La onicomancia es una práctica de adivinación que se basa en la interpretación de las uñas de una persona para predecir su futuro.

Esta práctica se remonta a la antigüedad y ha sido practicada en diversas culturas a lo largo de la historia.

Sin embargo, es importante señalar que la onicomancia no cuenta con evidencia científica y no se considera una práctica fiable para predecir el futuro. Aunque es cierto que las uñas pueden ofrecer cierta información sobre la salud de una persona, como el estado de sus cutículas o la presencia de manchas o líneas, esta información no puede ser utilizada para predecir el futuro de forma precisa o confiable.

Para hacer las predicciones es posible recurrir a dos técnicas: una variante requiere verter aceite sobre la mano derecha y dejarlas secar al sol para que luego el especialista interpretara las formas reflejadas en ella; la otra, una más moderna y que desplazó a la anterior, es la de interpretar directamente la forma de las uñas.

En sus inicios este sistema de predicción se practicaba frotando con hollín las uñas de un joven o chica virgen y luego, presentándolas al sol, aparecían figuras y formas que revelaban lo que se deseaba saber en la consulta. También servía usar cera y posteriormente su sumó el aceite de oliva.

Dependiendo del tipo de consulta, la orientación de las uñas mientras se secan al sol era diferente. Por ejemplo, si la pregunta era relativa a un crimen, la orientación debía ser al sur; mientras que si trataba de temas económicos, se orientaban al Este.

Con el paso del tiempo este sistema adivinatorio fue cambiando y los nuevos videntes optaron por seguir la variante más actual que es la de adivinar el futuro por medio de las formas de las uñas, fijándose en las anomalías, alteraciones o marcas existentes. Por ejemplo, se dice que las manchas blancas son una señal de buena fortuna, mientras que las uñas débiles o quebradizas están presentes en personas codiciosas.

Según este lineamiento, las uñas reflejan la personalidad de sus dueños y guarda relación con la personalidad de cada uno y los sucesos que están por venir. Los consultantes se sometían a estas lecturas en pareja para saber más sobre su enamorado/a de ahí que ha adquirido más popularidad y perdurado en el tiempo.

Según esta variante, ¿qué dicen las formas de tus uñas de ti?

Uñas cuadradas: gente indiferente a la que no le preocupa mucho lo que sucede en la vida.

Uñas anchas: gente de carácter, muy activa y enérgica. Puede llegar a ser violenta.

Uñas estrechas: gente fría, incapaz de mostrar sus sentimientos.

Uñas con forma de abanico: personas que están estresadas o lo han estado mucho tiempo.

Uñas con forma de almendra: personas tranquilas, de fácil trato. En algunos casos resultan seres soñadores que viven en su propio mundo.

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