El tarot no se trata de contar el futuro, o la fortuna, sino que busca encontrar el «yo interior», el «ser superior» de cada consultante.

El tarot, desde tiempos inmemorables, ha sido relacionado con el misticismo y la magia. Poco a poco se fue popularizando, volviéndose cada día más utilizado por quienes tenían el poder y dominio sobre las artes esotéricas.

A lo largo de la historia, son muchas las personas que han atestiguado el impacto de esta vía adivinatoria y de todo lo que tiene para ofrecer.

Las cartas son uno de los elementos fundamentales de la lectura del tarot. Esto le permite a la pitonisa profundizar en tu consulta. Siempre que des tu consentimiento, te mostrarán tanto como a ti te gustaría descubrir y conocer.

En ocasiones, las cartas pueden mostrar incongruencias, pero esto se debe a que la vida de la persona está llena de contradicciones.

Las cartas del tarot se pueden usar para dos cosas: las tiradas y las consultas.

Las tiradas tratan un tema específico. Por eso te recomendamos que vayas a una pitonisa especializada en ese tema para asegurar el éxito.

También tienes que tener muy clara tu pregunta. De esta forma, recibirás la respuesta adecuada y evitarás una interpretación errónea.

En estos casos se emplea una tirada muy sencilla en la que se muestran nueve cartas.

Se extienden tres columnas con tres cartas de izquierda a derecha y representan el pasado, el presente y el futuro. Se puede profundizar al añadir más cartas, una en cada columna.

En cambio, las consultas necesitan más concentración por tu parte y de la tarotista, ya que es una lectura de cartas mucho más profunda.

Estas consultas pueden tratar sobre distintos aspectos y ver cómo estos están relacionados.

Estos temas pueden ser el amor, la familia, el trabajo, el dinero, cualquier problema que te perturbe.

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