Si te sientes de mal humor o triste evita cocinar, esto puede llevarte a un accidente doméstico, como cortarte un dedo, quemarte o cometer algún descuido, como dejar la estufa de gas abierta, esas cargas energéticas negativas “también se transfieren a los alimentos”.

Lo mismo ocurre con las energías positivas, es decir, que tus emociones de alegría, satisfacción y sosiego llegarán a tu mesa y posteriormente a tu estómago.

“Cuando vayas a comer, cuida bien de que la persona que te esté cocinando esté de muy buen humor”.

Recomendó lo mismo respecto a los servicios de delivery, procurando que quien lleva los alimentos encargados a tu casa tenga una actitud positiva.

No tiene por qué ser la más feliz del mundo, pero al menos que no sean sensaciones tóxicas.

Para muchas personas, cocinar es algo terapéutico, que te conecta con la salud de los alimentos, en sus sabores, olores y esa intención que estás poniendo para que la comida quede deliciosa.

Si has pasado una rabia o has recibido una mala noticia, minutos antes de entrar en la cocina, lo más sensato es que drenes primero tus emociones.

Obtén un poco de calma antes de tomar cualquier verdura, un pollo o un trozo de carne, porque automáticamente le transmitirás esa carga negativa.

Al cocinar de esa manera, según expertos esotéricos, es probable que la comida te deje un malestar estomacal, sientas acidez o pesadez. Incluso, dicen que en los corrales, si un pollo es sacrificado bajo angustia o estrés, esa carga emocional pudiera llegar a tu mesa.

Y si la comida no puede esperar, pese a tu rabia o tristeza, tienes dos opciones: pedirle a otra persona que se haga cargo de la cocina, o solicitar un servicio de delivery para resolver el almuerzo o la cena de ese día.

Desde lo emocional y espiritual, son las decisiones más sanas.

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