Los aparatos electrónicos como celulares, televisiones, laptops, tabletas, cámaras digitales, computadoras, reproductoras, equipo médico, juguetes, entre otros, contienen diversos metales tóxicos y químicos.

Al año se generan aproximadamente 50 millones de toneladas de basura electrónica, lo que sería igual a siete kilogramos por persona.

Sin embargo, se espera que en los próximos tres años este tipo de desechos presente un aumento de 35 por ciento, cuyo peso será equivalente a las pirámides de Egipto.

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Tan solo Estados Unidos posee aproximadamente tres billones de productos electrónicos, los cuales en poco tiempo se convertirán en desechos tóxicos.

En el mundo no existen las suficientes plantas recicladoras para recuperar las sustancias tóxicas y metales como cobre, oro, zinc, berilio, tantalio, plomo, cadmio, mercurio, litio y arsénico.

Cuando este tipo de materiales son tirados al aire libre, la tierra o el agua, contaminan de manera irremediable al planeta.

Para proteger al medio ambiente de este tipo de contaminación, no se debe tirar ningún producto electrónico, ni baterías a la basura. Sino que deben buscarse opciones para su reciclamiento.

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