Colombia enfrenta una grave crisis ambiental por los numerosos incendios forestales que están arrasando el país. El presidente Gustavo Petro ha solicitado ayuda internacional para combatir los fuegos y ha recibido el apoyo de varios países, entre ellos Estados Unidos, Chile, Perú y Canadá.

Los incendios, que han afectado al menos 31 áreas en Colombia, están siendo alimentados por las altas temperaturas y sequías provocadas por el fenómeno de El Niño. La situación es especialmente crítica en los cerros orientales y el cerro El Cable de Bogotá, donde el humo se ha extendido por gran parte de la capital, afectando la calidad del aire y las operaciones aéreas. Además, los incendios en Nemocón (Cundinamarca) y el páramo de Berlín (Santander) amenazan el suministro de agua potable en el noreste del país.

La respuesta del Gobierno  de Colombia

Ante esta grave situación, el Gobierno colombiano ha declarado la situación de desastre y calamidad, lo que permitirá movilizar recursos para combatir los incendios. El presidente Petro ha anunciado que se encuentra en marcha la “operación helicoportada más grande de la historia del país”, con 600 efectivos trabajando para sofocar los fuegos y todas las unidades aéreas disponibles en operación.

A pesar de los esfuerzos desplegados, las autoridades están preocupadas por la continuación de los incendios forestales en los próximos dos meses, debido a la alta incidencia de El Niño. Estos incendios también están agotando las reservas de agua potable y podrían ocasionar deslizamientos de tierra en áreas donde se esperan lluvias a causa de este fenómeno. Por esta razón, el Gobierno ha instalado a las autoridades locales a comunicarse con el Puesto de Mando Unificado para reportar cualquier emergencia y garantizar una respuesta más rápida y efectiva.

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