La sal marina se agota en China por el temor a la radiación de Fukushima
25/08/2023 - Hace 1 año en InternacionalLa sal marina se agota en China por el temor a la radiación de Fukushima
La sal marina se ha convertido en un producto escaso y codiciado en China, donde muchos consumidores han vaciado las existencias de las plataformas de comercio electrónico por el temor a la contaminación radiactiva del agua de Fukushima que Japón ha empezado a verter al océano Pacífico.
El gobierno japonés anunció que comenzaría a liberar al mar más de un millón de toneladas de agua tratada procedente de la central nuclear de Fukushima, que sufrió un grave accidente tras el terremoto y el tsunami de 2011.
La decisión ha provocado una fuerte reacción de rechazo por parte de China, que ha calificado la medida de “egoísta” e “irresponsable” y ha suspendido la importación de todos los productos acuáticos japoneses para “prevenir el riesgo de contaminación radiactiva”.
Ante esta situación, muchos ciudadanos chinos han entrado en pánico y han decidido abastecerse de sal marina, que consideran más segura y saludable que la sal refinada o la sal de roca. Según el portal de noticias económicas Yicai, la sal marina aparecía con un cartel de “agotado” en muchas plataformas chinas de comercio electrónico y los productores de sal cotizados en bolsa vieron importantes subidas en el precio de sus acciones.
Sin embargo, las autoridades chinas han tratado de tranquilizar a la población y han asegurado que hay suficiente capacidad de producción de sal
El director ejecutivo del organismo encargado de regular la industria salinera, Wang Xiaoqing, dijo que “no se recomienda acumular sal ahora” y que la sal marina china no se ve afectada por el vertido japonés.
Además, algunos expertos han señalado que la sal marina no es necesariamente más pura que otros tipos de sal y que el agua de Fukushima ha sido tratada para eliminar la mayor parte de los elementos radiactivos, excepto el tritio, que según Japón no supone un riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente.
No obstante, el miedo a la radiación ha impulsado también la demanda de otros productos relacionados con la seguridad nuclear, como los detectores de radiación o los alimentos orgánicos. Según el rotativo nacionalista Global Times, las búsquedas y las ventas de detectores de radiación aumentaron esta semana un 232 % y muchos consumidores optaron por comprar alimentos locales o importados de países lejanos a Japón.
China ha reclamado a Japón que detenga su plan de vertido y que consulte con la comunidad internacional y los países vecinos sobre las posibles consecuencias del mismo. Desde 2011, China mantenía una prohibición de importar comida desde una decena de las 47 prefecturas japonesas, entre ellas la de Fukushima, y revisaba “de forma estricta” toda la documentación de los alimentos llegados desde otras partes de Japón.
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