Ciudad de México.– Todos han vistos las calabazas dentro de las festividades de Halloween, pero hay una leyenda de donde nace el origen de esas calabazas con ojos terroríficos.

La tradición viene de la cultura celta, una leyenda anglosajona muy tradicional de miedo.

Y dentro de la cultura celta, en donde están involucrados los países de Escocia, Gales, Irlanda y la parte norte de Francia celebraban, se llamaba festival Samhain.

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Es decir es el señor de la muerte, cada final del verano, la barrera se abría entre los humanos y los espíritus.

Se dice que los celtas hacían actividades denominadas paganas, entre ellas la adivinación del futuro, actos de magia y ofrendas iluminadas, todo con linternas hechas con frutos, esto con la finalidad de alejar a los malos espíritus.

Fue a través el cristianismo a las islas británicas que se modificaron las tradiciones, Sahain se convirtió en Halloween.

La leyenda cuenta que un irlandés tramposo y sin credibilidad tuvo un reencuentro con el Diablo, tomaron una copa.

A su costumbre, tacaño y tramposo, Jack engañó al ser para que se convirtiera en una moneda de plata y así para así poder pagar por sus bebidas y pasar una mala broma.

Jack agarró la moneda y la echó en su bolso, así que el Diablo no pudo volver a su forma original.

Ya cuando murió no pudo llegar a donde quería, la cara que se graba en las calabazas es una representación de la cara de Jack, es su camino solitario alumbrada por una linterna infernal.