Matamoros, Tamaulipas.- Estos albergues se encuentran en una encrucijada por la llegada de centenares de migrantes en los últimos meses que buscan cruzar a EU. Y adolecen de falta de insumos para proveerles de lo necesario.
Los albergues e iglesias que apoyan a migrantes en la fronteriza ciudad de Matamoros; están al límite de su capacidad, un reflejo de la incesante ola migratoria que azota este municipio del noreste del país.
Por otro lado, también es preocupante la alerta máxima por contagios de coronavirus. La ciudad fue conocida por el campamento migrante a orillas del río Bravo, que llegó a albergar hasta dos mil personas y fue símbolo de la dura política del expresidente estadounidense Donald Trump.
Este campamento fue desmantelado hace unos meses; pero el fenómeno migrante permaneció, aunque con mayor sigilo. Pere ahora volvió a extenderse hasta estallar de nuevo y revelar la vulnerabilidad tanto de los migrantes como de los activistas a favor de sus derechos.
De acuerdo a las cifras más recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el pasado mes de mayo se arrestaron a más de 180 mil migrantes a lo largo de la frontera, la cifra más alta en más de dos décadas.
El líder religioso incluso instó al Gobierno municipal a abrir espacios, como una alberca (piscina) pública, para que puedan hospedarse allá. Todo con el fin de garantizar su seguridad y darles mejores condiciones.
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