Jalisco, Mx.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a una mujer que recibió una esterilización no consentida como una forma de tortura.
La mujer Susana sufrió de una esterilización no consentida, por lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la amparó ya que fue considerada como una forma de tortura, así como de violencia obstétrica.
Este se le practicó en un hospital del IMSS en Jalisco.
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Los integrantes de la Primera Sala del máximo tribunal del país aprobaron el proyecto de la ministra Norma Piña que señala que la mujer, cuyo nombre fue cambiado, también fue víctima de violencia de género y de tratos crueles, inhumanos y degradantes.
A sus 31 años de edad, Susana llevaba tres días en trabajo de parto con episodios de presión arterial alta y sangrado, al cuarto día se le indicó que ya no tenía líquido amniótico y le harían una cesárea.
Con engaños, la mujer de 31 años de edad firmó la autorización para que le realizaran la Oclusión Tubaria Bilateral (OTB), que consiste en la ligadura de trompas.
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