Ciudad de México.- Durante la inauguración de la 18° México Cumbre de Negocios, el secretario Marcelo Ebrard Casaubón, señaló que el mandatario Andrés Manuel López Obrador no ha tenido ni llamadas ni contacto con Donald Trump o con Joe Biden.
“Me parece que es correcto, si estamos en contacto con los equipos de ambas partes, que es el trabajo que se debe de hacer”, dijo.
El diplomático puntualizó que la postura presidencial consiste en reconocer el resultado una vez que el conteo de votos termine. “Nosotros en ese momento reconoceremos el resultado y nos dedicaremos a que nuestra relación con Estados Unidos sea lo mejor posible”, aseveró.
Ebrard recordó que desde que inició la administración del presidente López Obrador, los comentarios a su alrededor pronosticaban qué tan grande iba a ser el pleito con el gobierno de Donald Trump.
“Y ahora nos están diciendo que a lo mejor va a ser lo mismo con Biden, pero se van a quedar con las ganas, porque la relación de México con Estados Unidos es una relación estratégica y hay que cuidarla mucho y el presidente ha sido suficientemente razonable y cuidadoso para que esa relación sea buena”, detalló.
De confirmarse el triunfo del candidato demócrata, Joe Biden, Marcelo Ebrard destacó que se tendrían que analizar todas las áreas de oportunidad y coincidencias, sobre todo las que tienen que ver con una mayor cooperación entre México y Estados Unidos en materia económica.
“Hay muchos campos donde podríamos tener este esquema de cooperación, habrá puntos donde no necesariamente haya acuerdos, pero México es el especialista (para manejar relaciones complicadas con Estados Unidos), llevamos muchos años aprendiendo y diseñando formas de no solo coexistir sino avanzar, igual será en esta ocasión”, indicó.
Asimismo, el funcionario puntualizó que el tema de migración siempre estará sobre la mesa, pero que en comparación de 2009, el número de mexicanos que van a Estados Unidos como indocumentados ha caído drásticamente, por lo que el tema sobre la lupa es cómo controlar lo que se denomina el triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).
“Es imposible que se piense en frenar la migración si no hay una inversión que le de viabilidad económica en materia de empleo a esos tres países, y al sur de México”, aseguró.