Ciudad de México.- El cadáver desmembrado de su esposa estaba en 4 cubetas que él mismo halló cuando entró por la fuerza a la casa de su amigo «El Chino».
Reyna fue reportada como desaparecida, desde un día antes, cuando su esposo Bruno comenzó a dudar de su ausencia prolongada.
Y es que ella solo salió para comprar un equipo celular, pero lo haría en compañía de Andrés, conocido por la familia como «El Chino».
Bruno Ángel, expolicía de Tlanepantla en el Estado de México, visitó por la noche la casa de Andrés pero este le dijo que no había visto a Reyna.
Ante la desesperación de él y sus hijas, decidió reportar la desaparición al Ministerio Público y después regresó para tocar una vez más en la puerta de «su amigo».
Ya era otro día, abrió la puerta, y Bruno entró por la fuerza percatándose que siempre estaba apagada la luz.
Llegó hasta la recámara y llamaron su atención unas cajas de cartón apiladas, mismas que removió para descubrir la escalera del sótano.
Mientras, Andrés «El Chino» trató de darse a la fuga pero fue retenido por elementos de la Policía Municipal que ya estaban en la entrada.
La casa de la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán, quedó rodeada por un operativo de seguridad.
Bruno describe ese 15 de mayo como el día más aterrador de su vida:
Descendió por la escalera y vio un serrucho y sartenes colgados en la pared, pero a lo lejos alcanzó a ver las 4 cubetas con el cuerpo desmembrado de Reyna.
Esta historia es reciente y se trata de la última víctima del llamado feminicida de Atizapán, Estado de México.
Fue detenido y ya se encuentra en prisión, donde ha confesado por lo menos 3 asesinatos más.
Un equipo de peritos excava para rescatar restos de más víctimas, así como accesorios de las mujeres que un día entraron con vida a esa casa y jamás salieron.
La carpeta de investigación que inició la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México contiene el caso Reyna.
Mientras tanto en el sitio ya se han encontrado cuatro cráneos, infinidad de huesos, zapatos y bolsas de mujer.
Cortaba en partes a sus víctimas y las pesaba
En el sótano localizaron una libreta, en la que «El Chino» anotaba la fecha en que «pasó a otra vida».
Además enlistaba las partes que cortaba y su respectivo peso.
Por ejemplo: Busto (kilo y medio cada uno); cabeza (4 kilos y medio); brazo izquierdo (17 kilos).
¿Qué dicen los vecinos de Andrés?
«No imaginamos lo que pasaba, nosotros lo seguíamos saludando como si nada», dijo el Joshua.
«Qué bueno que ese hombre tuvo el valor de entrar, tiene su dolor pero salvó a muchas mujeres que pudieron tener el mismo destino»: Gabriela.
La nota tiene fecha del 17 de diciembre de 1994, prueba ya que ya forma parte de la investigación.
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