Ciudad de México.- De acuerdo con el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) lo ingresos no alcanzan para comprar la canasta básica.

Antes de la crisis sanitaria por COVID-19 la pobreza por ingresos laborales se encontraba en el 35.6 por ciento.

En el segundo trimestre de 2021 aumentó a 38.5 por ciento, siendo las mujeres y personas en informalidad las más afectadas.

A pesar de que el desempleo se redujo a niveles de pre-pandemia el poder adquisitivo de los ingresos por trabajo sigue muy por debajo. 

Al día de hoy todavía existen 49 millones de personas que tienen carencia de ingresos por trabajo, 4.2 millones más que la época de pre-pandemia

La reactivación del trabajo no ha provocado disminuir la pobreza laboral como consecuencia del deterioro en el mercado laboral en México debido a la COVID-19.

En el tercer trimestre de 2020 habían 44.3 por ciento trabajando en la informalidad, siendo sus ingresos insuficientes para salir de la pobreza.

Los grupos más afectados

Las mujeres que trabajan en el sector informal son el grupo de la población más afectada y un 21.2 por ciento de ellas quienes tienen un ingreso por debajo de la canasta alimentaria.

El segundo grupo más afectado son los trabajadores y trabajadores del sector financiero y corporativo que ven reducidos sus ingresos en un 3.5 por ciento.

Mientras que el tercer grupo más afectado fueron las personas indígenas, con un ingreso laboral real de 2256 pesos en comparación a las personas no indígenas que tuvieron 4585 pesos.

Otro sector que también se ve afectado, son aquellos que trabajan en la industria extractiva y de electricidad informal que tuvieron una baja de 39.5 por ciento.

Para finalizar dicho estudio, el CONEVAL recalcó que Hidalgo fue quien redujo más la pobreza laboral en 6.8 puntos porcentuales a pesar de que su tasa se concentra en 43.3 por ciento.

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