México se ha convertido en un destino cada vez más solicitado por los migrantes que huyen de la violencia, la pobreza y las crisis políticas en sus países de origen. Según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), las solicitudes de asilo en México aumentaron un 30% en el primer trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo del año anterior .

La mayoría de los solicitantes provienen de Honduras, Haití, Cuba, El Salvador y Guatemala, países que atraviesan situaciones de inestabilidad social, económica y ambiental. Muchos de ellos llegan a la frontera sur de México, donde se encuentran con una situación de saturación y falta de recursos para atender sus necesidades básicas .

La COMAR reconoce que tiene una capacidad limitada para procesar las solicitudes de asilo, que se han multiplicado por diez desde 2014. Además, la pandemia del coronavirus ha dificultado aún más su labor, al reducir el personal y las instalaciones disponibles. La COMAR estima que solo puede atender al 10% de las solicitudes que recibe .

Ante este panorama, muchas organizaciones internacionales y locales han expresado su preocupación por la situación de los migrantes en la frontera sur de México, y han pedido al gobierno mexicano que refuerce su sistema de protección y asistencia humanitaria. También han instado a los países de origen y destino de los migrantes a cooperar para garantizar el respeto a sus derechos humanos y ofrecerles soluciones duraderas .

¿Qué medidas plantea México ante la situación?

Entre las medidas que se han propuesto para mejorar la situación se encuentran: ampliar el presupuesto y el personal de la COMAR, agilizar los trámites administrativos y jurídicos para otorgar el estatus de refugiado, brindar atención médica y psicológica a los migrantes, facilitar su acceso a la educación y el empleo, fortalecer la coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales, así como con las agencias internacionales y las organizaciones de la sociedad civil .

Asimismo, se ha planteado la necesidad de impulsar un diálogo regional entre los países involucrados en el fenómeno migratorio, para abordar sus causas estructurales y buscar alternativas que permitan a las personas vivir con dignidad y seguridad en sus lugares de origen.

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