Sicarios regalaron tamales y pozole, pero de carne humana. Ocurrió en una posada.

Un testigo relató cómo los integrantes de cierto grupo criminal, cuyo nombre se refiere a una letra, practicaban canibalismo.

Se trata de una entrevista que periodistas realizaron al líder del grupo delictivo, en una prisión.

Para cualquier motivo comían carne humana, principalmente de sus rivales.

El líder gustaba por comer la carne humana en tamales y cocida en limón, en tostadas, como si fuera carne tártara, tipo una película de terror.

Un reo dio a conocer que no se comían todas las partes del cuerpo a comparación del Monstruo de Ecatepec.

Sólo se comían la nalga y el chamorro de la víctima. Es de donde sacaban los bistecs.

Una ocasión se realizó una posada en Ciudad Victoria, Tamaulipas, y esa vez se mandó hacer pozole y tamales.

Los que pusieron la carne fueron tres centroamericanos que «se pasaron de listos».

También se realizaban prácticas como comer el corazón de sus víctimas con el objetivo de sentirse más poderosos.

Se confirmó que el cabecilla fue abatido en Progreso, Coahuila, en 2012 durante una confrontación con elementos de la Policía Federal.

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