Un ciudadano venezolano fue detenido en el aeropuerto internacional de Belém, Brasil, mientras intentaba viajar a San Pablo con más de cien cápsulas de cocaína ingeridas.
Los agentes del aeropuerto identificaron las cápsulas durante un control de rayos X, llevando al hombre a atención médica para expulsar la droga de manera segura.
Brasil, aunque no es un productor de cocaína, se ha convertido en un punto crucial para el tráfico de drogas, especialmente desde Bolivia, Perú y Colombia hacia mercados como Europa.
La Amazonía brasileña, con sus extensas fronteras y puertos, es una ruta principal para el contrabando, representando el paso del 40% de la cocaína mundial, según el Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Los narcotraficantes brasileños han desarrollado métodos sofisticados para el transporte de drogas, incluyendo el uso de submarinos y buceadores para esconder y transportar grandes cantidades de cocaína.
Incautaciones significativas han ocurrido tanto en puertos como en aeropuertos, reflejando la creciente habilidad y alcance de las redes de tráfico de drogas en Brasil.