Un hecho de violencia extrema se registró en la ciudad de Trelew, Argentina, cuando un hombre de 38 años perdió cuatro dedos de una mano al ser sorprendido por el dueño de una casa que intentaba robar. El propietario, que actuó en legítima defensa, lo enfrentó con un machete y le causó graves heridas.

El suceso ocurrió el pasado viernes 5 de agosto, alrededor de las 20:00 horas, en una vivienda situada en el cruce de las calles Zapiola y Brown, en el barrio San Martín. Según fuentes policiales, el delincuente ingresó al predio por el patio trasero y se dirigió a la cochera, donde estaba estacionado el auto del dueño de casa.

El ladrón, que llevaba un cuchillo, intentó abrir el vehículo para llevárselo, pero no contaba con que el propietario se encontraba en el interior de la casa junto con su familia. Al escuchar ruidos sospechosos, el dueño salió a ver qué pasaba y se topó con el intruso.

Se produjo entonces un violento enfrentamiento entre ambos, en el que el dueño de casa logró arrebatarle el cuchillo al ladrón y le cortó cuatro dedos de la mano izquierda. Además, le propinó varios golpes en la cabeza y el cuerpo. El propietario contó con la ayuda de otros familiares y vecinos, que lo auxiliaron y llamaron a la policía.

El ladrón fue trasladado de urgencia al hospital zonal, donde los médicos no pudieron reimplantarle los dedos y tuvieron que amputárselos. El ladrón tiene antecedentes penales por robos y otros delitos, según informó Jorge Vistoso, segundo jefe de la Unidad Regional de Policía de Trelew.

La fiscalía local inició una investigación para determinar las circunstancias del hecho y la responsabilidad del dueño de casa, que actuó en defensa propia

El caso podría encuadrarse en el artículo 34 del Código Penal, que establece que no es punible “el que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: agresión ilegítima; necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; falta de provocación suficiente por parte del que se defiende”.

Este hecho se suma a otros casos recientes de violencia y autodefensa en Argentina. En julio pasado, un médico mató a un ladrón que intentó robarle el auto cuando salía con su familia de un restaurante en Lomas de Zamora. El médico quedó detenido acusado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, pero su familia pidió su liberación al considerar que actuó en legítima defensa.

Estos casos generan debate sobre los límites de la legítima defensa y las consecuencias jurídicas y psicológicas para las víctimas y los victimarios. Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Seguridad, los robos fueron la modalidad más numerosa dentro del grupo de los delitos contra la propiedad en 2019. Ese año se denunciaron 1291 robos por día en todo el país.

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