Lo que comenzó como unas vacaciones soñadas en África casi se convierte en una tragedia para una pareja de turistas, quienes vivieron el aterrador ataque de un hipopótamo, conocido por ser uno de los animales más peligrosos del planeta. El diario británico *Daily Mail* fue el encargado de difundir la historia de Roland Cherry, un hombre que durante un safari en Zambia cayó al agua y sufrió una mordedura de hipopótamo.

El incidente ocurrió cuando Roland y su pareja, Shirley, disfrutaban de un paseo en canoa. Sin embargo, el recorrido se vio interrumpido cuando la embarcación chocó contra un hipopótamo, provocando que ambos cayeran al agua. Esto los dejó vulnerables ante la presencia del enorme animal, que no dudó en atacar.

Según relató Roland, al caer al agua fue atrapado por las mandíbulas del hipopótamo, que lo sacudió violentamente «como un muñeco de trapo». El ataque le provocó una herida grave de 25 centímetros en el abdomen, por la cual tuvo que someterse a siete cirugías durante las dos semanas que permaneció en África, luchando por su vida.

Shirley, su esposa, declaró a la BBC que Roland se arriesgó por todos los que estaban en la excursión, al quedar atrapado por el animal. A pesar de lo ocurrido, Roland confesó que no odiaba a los hipopótamos, pero el incidente ciertamente cambió su perspectiva sobre ellos. Además, mencionó que el impacto con el animal le causó una fractura en el hombro, lo que lo hizo aún más vulnerable al ataque.

A pesar de la traumática experiencia, Roland se siente profundamente agradecido con el equipo médico del Hospital Mtendere Mission en Sudáfrica. Gracias a su atención y solidaridad, pudo sobrevivir a este inesperado ataque durante la tercera semana de lo que iban a ser unas vacaciones inolvidables en el sur de África.

Impresionados por su recuperación, los médicos locales destacaron que nunca antes habían visto a alguien sobrevivir a un ataque de hipopótamo. Como muestra de agradecimiento, Roland decidió iniciar una campaña de recaudación de fondos para apoyar al hospital que le salvó la vida, con la esperanza de mejorar sus condiciones y continuar ayudando a otras personas.

También te puede interesar: Un hombre se arroja de un puente y exclama: «¡Que viva la vida!»