Aníbal, un hombre de 51 años, disparó a su perro varias veces con la intención de matarlo debido a que el animal se había comido la carne que había dejado en la estufa.

Según informes policiales, hirió al perro en cuatro ocasiones con una pistola calibre 32, lo que alertó a los vecinos, quienes solicitaron ayuda a las autoridades al escuchar las detonaciones dentro de la vivienda.

Un vecino, sorprendido por los hechos, lo describió como alguien aparentemente amable, pero que podría haber tenido un mal día.

El trágico suceso ocurrió en la localidad de Glew, en la provincia de Buenos Aires, Argentina.

Al ser confrontado por la policía, Aníbal admitió haber disparado al perro porque supuestamente le había robado un trozo de carne.

Fue arrestado y acusado de «tenencia ilegal de arma civil y maltrato animal».

Por otro lado, la perrita, una rottweiler hembra llamada Negrita, sobrevivió de manera milagrosa gracias a la atención del Centro Municipal de Sanidad Animal y Zoonosis, y se encuentra en proceso de recuperación satisfactoria.

También te puede interesar: Pareja de caníbales vendían carne humana a lujosos restaurantes durante 20 años