Una tragedia natural sacudió al norte de Noruega cuando un deslizamiento masivo de tierra arrastró sin piedad a ocho viviendas directamente al mar. El impactante suceso ocurrió en el municipio de Alta, en la región de Kråkneset, donde la tierra literalmente se abrió y sepultó parte de una pequeña comunidad frente al Fiordo de Alta.

El enorme deslizamiento abarcó 650 metros de ancho y 160 de profundidad, generando escenas dignas de una película de desastre. Casas completas, muchas de ellas cabañas de fin de semana, fueron arrancadas de sus cimientos y tragadas por el océano en cuestión de segundos.

A pesar de lo estremecedor del fenómeno, no se reportaron muertes ni heridos, lo cual muchos califican como un auténtico milagro. Una sola persona fue evacuada a tiempo, y gracias a que varias de las casas eran de uso ocasional, no había nadie en su interior al momento del desastre.

Uno de los testimonios más dramáticos fue el de Jan Egil Bakkeby, residente del lugar, quien vivió en carne propia el colapso de su entorno. Según relató a un medio noruego, todo comenzó con un extraño crujido proveniente de su cabaña. “Pensé que había alguien en el desván”, comentó. Pero al asomarse por la ventana y ver humo en la línea eléctrica, supo que algo andaba mal.

Corrió fuera de la casa justo a tiempo y, desde una ladera cercana, logró grabar el estremecedor momento en que su casa y muchas otras eran tragadas por el mar. “Básicamente, puedes decir que corrí por mi vida”, afirmó.

Las autoridades aún investigan la causa, pero los expertos de la Dirección de Recursos Hídricos y Energía (NVE) sospechan que la presencia de arcilla rápida en el terreno fue determinante. Este tipo de arcilla, al saturarse de agua, puede volverse inestable y desencadenar movimientos de tierra masivos. Noruega ya ha registrado deslizamientos similares en el pasado, aunque no tan espectaculares como este.

Anders Bjordal, ingeniero de NVE, advirtió que el terreno podría seguir cediendo en los próximos días, por lo que las autoridades instaron a la población a mantenerse alejada de la zona. El riesgo de nuevos colapsos es alto.

En medio del caos, un helicóptero Sea King logró rescatar a un perro que había quedado atrapado en una de las casas arrastradas. Su rescate se ha convertido en un símbolo de esperanza en medio del desastre.

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