Drew J. Garnier, de 33 años y residente en Nueva York, fue sentenciado esta semana por el asesinato brutal de su esposa embarazada y el ataque a sus hijas. El crimen, que estremeció a la comunidad de Masonville, ocurrió el 4 de septiembre de 2024. Garnier aceptó su culpabilidad mediante un acuerdo judicial.

La víctima, Samantha J. Garnier, de 29 años, estaba embarazada de cinco meses. La pareja había descubierto recientemente que el bebé que esperaban también sería una niña. El motivo del crimen fue el descontento del acusado por el género de su tercer hijo. “Quería un niño”, dijo el suegro.

Durante el ataque, Garnier hirió gravemente a sus dos hijas pequeñas. Ambas sobrevivieron, pero sufrieron lesiones significativas, informaron autoridades del Condado de Delaware. Las niñas fueron trasladadas de urgencia en helicóptero a hospitales cercanos, donde recibieron atención médica especializada tras el violento episodio familiar.

El fiscal del distrito, Shawn J. Smith, explicó que el acuerdo judicial evitó un juicio prolongado y traumático para las pequeñas víctimas del ataque. “El acuerdo no es perfecto, pero permite que las niñas inicien un proceso de recuperación sin ser re victimizadas”, expresó el fiscal durante la audiencia.

Condena del agresor

El juez dictó una sentencia de 30 años de prisión, seguida de 15 años de libertad supervisada. Garnier no podrá contactar a sus hijas hasta 2056. El contacto solo podrá restablecerse si las propias niñas, en el futuro, deciden solicitar una modificación de la orden de alejamiento dictada por el tribunal.

El abuelo materno asumió la tutela legal de las menores y las adoptó formalmente. En su declaración, dijo: “Soy su padre ahora; las protegeré”. La tragedia dejó una marca profunda en la comunidad. El fiscal destacó la fortaleza del Condado de Delaware para asegurar justicia sin exponer a las víctimas.

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