En una impactante muestra de justicia, Irán ejecutó públicamente a Mohammad Ali Salamat, un hombre de 43 años condenado por violar a más de 200 mujeres durante las últimas dos décadas.
La ejecución tuvo lugar en un cementerio de la ciudad de Hamedan, después de que la Corte Suprema de Irán confirmara la sentencia de muerte de Salamat a principios de octubre.
Salamat, que dirigía una farmacia y un gimnasio en la ciudad, cometió estos horrendos crímenes tras proponer matrimonio o salir con sus víctimas.
Se le acusa también de proporcionar píldoras abortivas ilegales en Irán a algunas de sus víctimas.
Tras su arresto en enero, cientos de personas se congregaron ante el departamento de justicia exigiendo la pena capital para el delincuente.
La ONU ha catalogado a Irán como uno de los países con mayor índice de ejecuciones en el mundo. Estas cifras han generado controversia y protestas por parte de grupos de derechos humanos.
#محمدعلی_سلامت را درحالی اعدام کردند که همانطور که قبل از به دار آویختنش فریاد میزند اصلا شاکی نداشته!
اغفال به بهانه تهیه #قرص_ضد_بارداری!! یکی از اتهامات او بوده!
جرمی که در دامن سیاستهای جمهوری اسلامی و علی خامنهای برای افزایش اجباری جمعیت متولد شدهpic.twitter.com/1Gb53SsfZh— ارتش سری ® Secret Army (@IranGuardian) November 13, 2024
Los crímenes de violación y adulterio están castigados con la pena de muerte en el país, como fue el caso de Salamat.
Esta ejecución trae a la memoria otros casos emblemáticos, como la ahorca pública en 2005 de un hombre de 24 años que violó y mató a 20 niños, o la del año 1997 de un individuo de 28 años por secuestrar, violar y asesinar a nueve niñas y mujeres en Teherán.
Irán continúa luchando contra la violencia de género y la impunidad de los agresores, incrementando la seguridad y protección de las mujeres en la sociedad.