A partir del próximo lunes, un hombre de 71 años será juzgado en Francia por uno de los crímenes más perturbadores y escalofriantes de la historia reciente del país. Durante aproximadamente diez años, el anciano drogó a su esposa con ansiolíticos potentes y la entregó a desconocidos que la abusaron en su hogar en el sur de Francia. Este caso ha conmocionado a la sociedad francesa y ha puesto en evidencia la brutalidad de los actos y la complicidad de quienes participaron en ellos.
El juicio se llevará a cabo en la corte criminal de Aviñón y se espera que dure cuatro meses. En total, más de 70 hombres estarán implicados en el proceso, que se considera uno de los más complejos y escabrosos en la historia judicial reciente de Francia. La magnitud del caso ha atraído una gran atención mediática y ha generado un intenso debate sobre la justicia y la protección de las víctimas de abusos.
El principal acusado, un exempleado de la compañía de electricidad EDF, está acusado de haber administrado potentes ansiolíticos, especialmente Temesta, a su esposa sin que ella tuviera conocimiento. Los abusos comenzaron en 2011, cuando la pareja residía en la región parisina, y continuaron después de su mudanza a Mazan en 2013. El marido grabó los abusos y los cometió con un total de 72 hombres, de los cuales 50 han sido identificados y serán juzgados junto con él. Las grabaciones y evidencias recopiladas durante la investigación han revelado el alcance y la brutalidad de los delitos.
Los acusados, cuyos rangos de edad varían entre 21 y 68 años, provienen de diversos ámbitos profesionales y sociales, desde bomberos y enfermeros hasta empresarios y periodistas. A pesar de no presentar trastornos mentales evidentes, los peritos forenses han destacado que todos compartían una percepción de «omnipotencia» sobre el cuerpo femenino. Este fenómeno ha sido crucial para entender la psicología detrás de los abusos y el comportamiento de los imputados.
El principal acusado argumenta que los participantes en los abusos eran conscientes de que la esposa estaba drogada y que tenían la opción de abandonar el lugar si lo deseaban. No obstante, muchos de los involucrados creían que estaban participando en las fantasías sexuales de una pareja libertina, sin entender la realidad de la sumisión química que estaba ocurriendo. Este malentendido ha complicado aún más el proceso judicial y ha generado una discusión sobre la responsabilidad de los implicados en los abusos.
Los hombres fueron contactados a través de un sitio de encuentros en línea llamado coco.fr, que ha sido cerrado desde entonces. Las instrucciones dadas a los participantes incluían detalles específicos para evitar despertar a la víctima, como evitar el uso de perfumes, no fumar y desvestirse en la cocina para no dejar prendas en la habitación. El objetivo del jubilado era cumplir sus propias fantasías sexuales y grabar las violaciones, que se registraron en 92 ocasiones. La computadora del acusado contenía miles de fotos y videos de la mujer en estados de inconsciencia, evidenciando la gravedad y la sistematicidad de los abusos.
La esposa, que estaba en un estado descrito como «más cercano al coma que al sueño» durante los abusos, no tuvo conocimiento de lo que le ocurrió hasta que su esposo fue sorprendido filmando debajo de las faldas de clientas en un centro comercial en 2020. Este descubrimiento llevó a la policía a abrir una investigación, revelando el horroroso esquema de abusos y poniendo fin a una década de sufrimiento para la víctima.
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