Un hombre de 51 años fue abatido por la policía en el condado de Orange, Florida, tras una persecución que comenzó cuando se le acusó de asesinar a sus padres. El sospechoso, identificado como Joseph Gerdvil, había sido visto deambular por las calles con sangre en la ropa, ignorando las órdenes de los oficiales.
A pesar de que Gerdvil había robado un carrito de golf para huir, se negó a acatar las instrucciones de los policías, quienes le pidieron que descendiera del vehículo. Los agentes intentaron detenerlo mientras él seguía conduciendo el carrito a lo largo del camino.
Según la policía de Orange, Gerdvil atacó y mutiló a sus padres, aunque el motivo de estos actos sigue sin esclarecerse. Tras recibir una llamada de emergencia, los oficiales encontraron al sospechoso y la intervención fue capturada en video por una cámara corporal.
El video de dos minutos muestra a Gerdvil abandonando el carrito de golf en una orilla de la carretera y acercándose de manera amenazante hacia los policías. Ante esta situación, uno de los agentes le ordenó que se detuviera y se tumbara en el suelo.
Al desobedecer la orden, el oficial disparó contra Gerdvil en al menos cinco ocasiones, hiriéndolo gravemente. A pesar de ser impactado por los disparos, el hombre aún estaba consciente cuando los oficiales se acercaron para esposarlo.
Finalmente, Gerdvil, quien seguía vivo tras los disparos, obedeció las instrucciones del agente de colocarse boca abajo con los brazos extendidos a los costados. Así quedó en el suelo, inmóvil y sin posibilidad de moverse.