Un futbolista de Bélgica vivió momentos de angustia durante un partido cuando un petardo explotó en sus manos, causándole graves lesiones que lo mantienen hospitalizado y recibiendo atención médica. Fabio Schiafino, jugador del equipo KSCT Menen, celebraba su cumpleaños y la victoria de su equipo con dos goles, cuando alguien lanzó un objeto explosivo a la cancha, desencadenando una serie de eventos lamentables.

La irrupción de la violencia tras el pitido final del árbitro llevó a una confrontación entre los aficionados, resultando en el lanzamiento del petardo que terminó en manos de Schiafino. En un acto de valentía e instintiva protección hacia la afición presente, el futbolista intentó retirar el artefacto para evitar daños mayores; Sin embargo, este estalló antes de que pudiera deshacerse de él, ocasionando la pérdida de un dedo y poniendo en peligro la amputación de otros dos.

Belçika 4. Ligi'nde KSCT Menen forması giyen Fabio Schiafino, sahaya atılan maddenin patlaması sonucu 3 parmağını kaybetti. pic.twitter.com/RE7ywxHUZ6

— Kontraspor WEB (@Kontrasporweb) October 22, 2024

Schiafino ha debido someterse a múltiples cirugías para reparar las heridas causadas por la explosión y continúa recibiendo tratamiento para su pronta recuperación. El futbolista, en declaraciones a medios locales, relató el momento de la tragedia y la angustia vivida en días posteriores: «Pensé que era una bomba de humo. Inmediatamente vi el peligro, tanto para mis compañeros como para los aficionados. Había niños alrededor, no quería que nadie se quemara».

El responsable ya fue detenido

El responsable de lanzar el petardo, un joven de 21 años, lo arrestaron y se enfrentará a cargos por agresión y lesiones. Sin embargo, Schiafino mostró compasión hacia el individuo, expresando que no lo culpa y que entiende que fue un accidente desafortunado. Las autoridades han prohibido al joven la entrada a los estadios por un período de hasta 10 años como parte de las medidas preventivas y de seguridad. El jugador continúa su proceso de recuperación en el hospital, mientras un equipo médico trabaja arduamente para garantizar su pronta mejoría.

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