Un joven ruso de 23 años falleció este jueves tras ser mordido por un tiburón mientras nadaba en el mar Rojo, cerca de la ciudad turística de Hurgada, en Egipto. Se trata del primer caso mortal de este año por ataques de escualos en la zona, después de que el año pasado murieran dos mujeres en circunstancias similares.

Vladímir Popov, originario de la provincia de Arjánguelsk, fue la víctima identificada, quien había llegado a Egipto el pasado 1 de junio junto a su padre para arreglar unos documentos y disfrutar de unas vacaciones. Según testigos, el tiburón se acercó al joven y lo arrastró hacia el fondo del agua, sin que los equipos de rescate pudieran salvarlo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó el trágico suceso y expresó sus condolencias a la familia del fallecido. El Consulado General de Rusia en Hurgada emitió una advertencia a los ciudadanos rusos que se encuentran en la zona para que respeten las normas de seguridad y las indicaciones del personal hotelero y de la guardia costera.

Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente de Egipto informó que capturó al tiburón responsable del ataque para examinarlo y conocer los motivos de su comportamiento anormal. Además, aseguró que tomará todas las medidas posibles para evitar que se repita el incidente y garantizar la seguridad de los visitantes.

Los ataques de tiburones son muy raros en el mar Rojo, una región que atrae a miles de turistas por sus aguas cristalinas y su rica biodiversidad marina. Sin embargo, algunos expertos advierten que el cambio climático, la sobrepesca y el aumento del tráfico marítimo pueden alterar el hábitat y el comportamiento de los escualos.

¿Cómo fue el ataque del tiburón?

Según medios locales, el tiburón que atacó al joven ruso era un tiburón tigre, una especie considerada como una de las más peligrosas para los humanos. En las redes sociales se difundieron videos que mostraban al animal ya capturado e inmovilizado en la arena.

Este es el primer ataque mortal de un tiburón en Egipto desde julio del año pasado, cuando dos mujeres perdieron la vida mientras practicaban esnórquel en la ciudad balneario de Sharm el Sheij. En 2010, otro incidente similar causó la muerte de una turista alemana y dejó heridos a otros cuatro bañistas

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