En Reino Unido, un adolescente de 14 años se arrojó a las vías del tren el pasado lunes en la estación de Chertsey, en Guildford Road, frente a sus compañeros de clase.

Los hechos sucedieron el lunes 15 de julio, luego de que Sam Connor le pidiera a otros alumnos que le sostuvieran su mochila y su teléfono celular.

“Sam estaba siendo acosado en la escuela, pero no sé cómo, pero muchos niños son acosados y no tienen la fuerza para decirlo o buscar ayuda. Sólo quedaban cuatro días de clase. Pudo haber aguantado un poco más”, expresó uno de los amigos de Sam.

Una de las primeras hipótesis por parte de las autoridades, es que el niño sufría bullying, sin embargo, el colegio aseguró que no cuentan con alguna constancia que compruebe que el adolescente fuese violentado.

A través de un comunicado, la institución escolar calificó los hechos como un “desgraciado incidente” y aseguró que toda la comunidad trabajará unida para apoyar a la familia de Sam.

Tras el suicidio, fue hallada entre las pertenencias del niño una nota que se cree podría ser suicida.

Por los hechos la familia recibe apoyo psicológico, mientras que la estación de Chertsey, en Guilford Road, fue llenada de homenajes a Sam.

El pequeño es recordado como un niño cariñoso, educado, y buen estudiante. “Era un chico tímido y sensible, pero con un gran sentido del humor”, dijeron sus allegados.