A pesar de tener dos años que el virus COVID-19 surgió aún hay mucha gente que no cree en ello y se reúsan a utilizar vacunas o cualquier medicamento referente a la enfermedad.

Nigeria, el país más poblado de África y con una tasa de inoculación contra la COVID de apenas 5%, destruyó más de un millón de dosis de la vacuna AstraZeneca.

En las imágenes difundidas se ve como los pobladores tiran en un terreno más de millón de vacunas por negarse a usarlas.

Sin embargo, el gobierno de Nigeria mencionó que hubo desconfianza en el biológico ya que estaba a un par de semanas de caducar.

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En la capital Abuya se tiraron más de un millón de vacunas para  luego ser aplastadas y enterradas por un buldócer.

La OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África pidieron un cambio en la forma en que se realizan las donaciones, para permitir que los países puedan preparar su distribución y evitar el desperdicio.

Los países pobres enfrentan ambos problemas, decadente distribución de otras naciones y el rechazo de la sociedad ante la vacuna.