Durango es considerado tierra de alacranes, esto debido a que siete especies habitan y una de ellas es documentada como la más peligrosa debido a su poderoso veneno y se trata del Centuroides Sufusus, además que hace muchos años eran tantos los alacranes que se encontraban en las casas y esto era la principal causa de muerte.

En su momento el Gobierno ofrecía pagar a las personas entre 3 a 5 centavos por cada alacrán capturado, además mandaron a traer una imagen de San Jorge el cual es el patrón de la ciudad de Durango, ante la desesperación de las autoridades que no sabían qué hacer, pero eso no es lo mas sorprendente, debido a que existían alacranes de 30 centímetros.

Si por más sorprendente que llegue a sonar, este tipo de animales habitaban en Durango, cuenta la leyenda que durante el porfiriato existía una celda la cual la nombraban «la celda de la muerte», pues la persona que entraba en esta, misteriosamente aparecía muerta al día siguiente y nadie sabia el por qué.

Un día las autoridades capturaron a Juan, debido a que golpeó a un hacendado que se quería casar con su novia, en ese entonces el encargado de la penitenciaría había dicho que el que descubriera el por qué las personas que entraban a la celda, al día siguiente aparecían muertas y si lo lograban descifrar obtendrían el perdón; Juan al escuchar esto, pidió que lo pusieran en «la celda de la muerte», además que le dieran una vela y unos cerillos.

Alrededor de las tres de la mañana y cuando estaba a punto de quedarse sin luz, Juan escuchó un ruido y al voltear a una de las paredes, vio cómo un alacrán de 30 centímetros se encontraba en la pared, por lo cual esperó hasta que bajara para con su sombrero capturarlo y así con este en el piso soporto hasta la mañana siguiente.

Los guardias al día siguiente pensaron que irían a recoger el cadáver, pero resultó que encontraron con vida a Juan y deteniendo el sombrero en el piso; sorprendidos entraron a la celda y al levantar el sombrero vieron al enorme alacrán causante de tantas muertes.

El encargado  de la penitenciaría cumplió su palabra y le otorgó el perdón y al quedar en libertad, Juan se casó con su novia.

Actualmente el representante de los alacranes de 30 centímetros se encuentra exhibido en el museo Túnel de Minería, ubicado en la ciudad de Durango, y su acceso es por la Plaza de Armas.

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