Comparte tu parte emocional
Hay ocasiones en que podemos necesitar discutir nuestros sentimientos y pensamientos con otras personas. No es sano vivir nuestra vida en aislamiento. Compartir nuestra parte emocional con otros produce acercamiento e intimidad. Y también el ser aceptados como somos por alguien nos ayuda a aceptarnos a nosotros mismos.
Esta es siempre una experiencia maravillosa. A veces, podemos querer discutir las cosas con un amigo que simplemente nos escuche, mientras ventilamos nuestros asuntos y tratamos de averiguar que está sucediendo. Las cosas que nos guardamos dentro pueden crecer demasiado y volverse demasiado poderosas. Lanzarlas al aire hace que se reduzcan. Ganamos en perspectiva.
También es divertido compartir los sentimientos placenteros: las alegrías, los éxitos, los “tiempos color de rosa”. Y si queremos tener una relación de intimidad con alguien, necesitamos discutir nuestros sentimientos persistentes con ella o con él. A esto se le llama honestidad emocional.
¡Precaución! los sentimientos de intensa felicidad pueden ser tan perturbadores y atemorizantes como los sentimientos de intensa tristeza, especialmente para los que no están acostumbrados a los sentimientos de felicidad. Muchos creemos que a los sentimientos de felicidad siempre deben de seguir los de tristeza, porque esa es la manera como han sucedido en general las cosas en el pasado.
Algunos de nosotros creemos que no podemos, no debemos y no merecemos sentirnos felices. A veces hacemos cosas para provocar sentimientos de tristeza después de experimentar sentimientos de felicidad, o cada vez que existe una posibilidad de que exista un sentimiento de alegría.
Está bien sentirse feliz. Está bien sentirse triste. Dejemos que la energía emocional nos atraviese, y luchemos por obtener la paz y el equilibrio.