El valor de la responsabilidad
La responsabilidad es un valor y una enseñanza que podemos transmitir a los más pequeños desde que tienen uso de razón. Este valor implica ser consciente de las cosas que hacemos, así como de sus consecuencias, y afrontarlas sin eludir los problemas derivados de nuestras acciones.
La responsabilidad también alude a la capacidad para hacerse cargo de ciertas cosas, de cuidarlas y de mantenerlas, a través de una serie de acciones y de la toma de diferentes decisiones.
Por otro lado, también implica cumplir una serie de obligaciones del día a día. Lógicamente, las responsabilidades (y obligaciones) varían a lo largo de la vida, y no son las mismas las que se tienen con cinco años, que con 10, con 25, con 40, con 65.
Como las responsabilidades son cada vez mayores (y exigen mayores obligaciones y compromisos) a medida que crecemos, es importante inculcar el valor de la responsabilidad a los niños, desde que son pequeños, para que tomen conciencia de él, lo interioricen y lo pongan en práctica.
La herramienta clave para transmitir el valor de la responsabilidad es empezar a ponerla en práctica con los más pequeños. Así que para empezar, le daremos ciertas responsabilidades u obligaciones a nuestro hijo.
Estas pueden empezar siendo asumibles (fáciles) para poco a poco exigir más nivel de compromiso a través de ellas, y pueden abarcar diferentes áreas y aspectos de su vida: higiene, escuela, comidas, limpieza, hogar, etc.
Lógicamente, a la hora de darle alguna responsabilidad a nuestro hijo y que esta sea efectiva para potenciar este valor en él, deberemos adaptarnos a su edad y nivel evolutivo.