Elecciones
Jerry era el tipo de persona que uno no puede dejar de amar. Siempre estaba de buen humor y tenía algo positivo para decir. Era un motivador natural: Si alguien tenía un mal día, Jerry estaba ahí para decirle como ver el lado positivo de la situación.
Su estilo realmente me causo curiosidad, así que un día lo fui a buscar y le pregunté: «Como es posible ser una persona positiva todo el tiempo… ¿Cómo lo haces?».
Y él respondió: «Cada vez que sucede algo malo, me digo a mi mismo: Jerry tienes dos opciones: Puedes escoger entre ser una víctima o aprender de eso; elijo aprender. Cada vez que alguien se queja, puedo aceptar su queja o puedo enseñarle el lado positivo de lo que trae; elijo buscar el lado positivo».
Varios años más tarde, me enteré que Jerry había sido baleado en un asalto. Me encontré con él seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: «Mejor imposible».
Le pregunté qué pasó por su mente cuando se encontró baleado y tirado en el piso. Contestó: «Lo primero que pensé es que podía elegir, podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir y cuando los médicos me llevaban en la ambulancia y vi las expresiones en sus caras, realmente me asuste… Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía comunicarles mi elección»…
«¿Qué hiciste?», pregunté.
«Bueno, mientras uno de los médicos me preguntaba si era alérgico a algo yo le dije: Sí, a quedarme sin la posibilidad de elegir. En este momento estoy escogiendo vivir… Trátenme como si tuviera esa probabilidad».