Mami, he crecido y tú no lo has notado, mi pelo está lacio y más rojizo que antes.

Extraño mucho saber que soy importante para ti y también mi cutis tiene un mejor semblante. Mami, he crecido y ya soy una señorita, creo que también notaste que puedo soñar.

¿Sabías que terminé bien el año escolar y que ya estoy estudiando una carrera profesional?

Mami, ¿sabías que tenía un pretendiente muy gentil? Pero era mayor que yo y no me entendía lo suficiente.

Mami, he crecido, ya mido un poco más o menos que tú y me gustaría salir contigo de compras o a ver la novela.

Mami, ¿sabes que ya tengo documento de identidad? Y también que tengo cita con el doctor para mañana.

Mami, necesito de tu atención y cariño, a veces me siento un poco sola, pero no quiero preocuparte.

Mami, sabes que vivo en casa y que somos vecinas; bueno… Es que tu cuarto está al costado del mío.

Mami, sabías que ya tengo 20 años y aún soy una niña, pero a veces parece que no existes para ti, ni para mí.

Mami, he crecido y quiero tu atención, extraño mucho eso, a veces tengo que hablarte con cuidado para que no me hables.

Mami, he crecido, como la niña de tus ojos y si la relación entre nosotras se está enfriando. Te invito a vivir en la nevera conmigo, para que siga congelada nuestra amistad…