Mamita
Es tan difícil para mi esta vida, por múltiples razones así lo es…
Quizás mamita algún día me vaya de tu lado, así lo prefiero yo, ser la primera que parta.
Y entonces leerás estos pensamientos de la hija que en algún tiempo no te entendió.
Quiero ahora decirte que para mí fuiste la mejor madre del mundo, la mujer valiente y trabajadora que sacó adelante a sus hijos, la mujer que como fiera los defendía de las personas que querían dañarlos.
Madre para mi fuiste todo, la madre amorosa que cuida a su hijo querido en las enfermedades, en los juegos, en sus travesuras, en su vida diaria, sufrías cuando me veías desesperada, reías cuando me veías feliz, llorabas cuando me veías triste y rezabas para que me fuera bien.
Fuiste para mi la amiga, la amiga que querías ver feliz, más creo que eso nunca lo entendí.
Fuiste para mi el ejemplo, ejemplo de la mujer que sola pudo salir adelante, trabajando y luchando por ver a sus hijos forjándose su propio porvenir.
Fuiste la enemiga, la enemiga mas fiel, cuando de repente no compartías las mismas ideas, o por no aceptar decisiones locas que tomaba sin antes reflexionar, fuiste mi enemiga cuando no me dabas permiso de hacer algo que se me ocurría y por ese solo hecho yo te veía como tal.
Ahora madre mía que yo ya no estoy contigo, debes estar orgullosa al saber que mi concepto de ti era el mejor por el solo hecho de que como madre, amiga y cómplice nunca me fallaste, para mi fuiste lo mejor.
Mamita, eres un ángel mandado por Dios, y no sabes lo arrepentida que me voy por no valorarte como tal, pero sabes mamita yo te amo aún más.
Mamita, no se te olvide que me gustaban las rosas, espero que en el jarrón de mi cuarto no falten jamás.
Mamita recuerda que las fresas era mi fruta preferida y no olvides los corajes que hacías cuando me compraba ropa y prefería el color negro y azul que tanto me gustaba el color negro y azul marino.