Creo que muchos de nosotros tenemos miedo de estar solos que nos perdemos una gran parte del viaje. Dejamos que el miedo corra por nuestras venas mientras tratamos de navegar por esta vida, mientras buscamos algo que nunca encontraremos si no aprendemos a dejar ir la aprensión.

Porque el miedo es solo nuestra capacidad innata de preocuparnos, después de todo, solo somos humanos. Pero si realmente te tomas el tiempo y la energía para mirar dentro, verás que nuestros miedos se basan únicamente en algo que aún no ha sucedido.

Encontrar el coraje de saber que debemos sentarnos solos con nosotros mismos para descubrir verdaderamente nuestra autenticidad completa es un regalo.

¿Cómo podemos descubrir qué semillas están plantadas en nuestro pecho, qué nos hace sentir vivos si siempre estamos adaptándonos a lo que los que nos rodean necesitan que seamos? lo que quieren que seamos.

Tu ser auténtico crecerá a partir de esas semillas. Y trabajarás y sembrarás la tierra y dará trabajo. Como la tierra, crecerás a través de las estaciones. Cambiarás. aceptarás. Florecerás.

Y no aceptes nada menos que tu verdadero yo. Tal vez esto venga con un cambio de espacio, en una nueva ciudad alrededor de diferentes caras, instándote a ver el mundo con ojos nuevos.

Tal vez viene con una puerta que se cierra, diciendo adiós a personas, lugares y situaciones a las que ya no estás sirviendo. O que ya no te sirven. Este reconocimiento viene con la promesa de nuevos comienzos. Pero tenemos que ser intrépidos; tenemos que saber que a veces, el camino es solitario.

Entonces, ¿cómo combatimos este miedo? Ser amable con usted mismo. Hágase responsable. Muéstrate por ti mismo. Aprovecha el tiempo para trabajar. Entra allí y muele. Sé crudo. Esto te llevará a la versión de ti mismo que siempre has soñado ser.

Y esa versión es la que estabas destinada a mostrarle a este mundo. Te lo mereces. Los que te rodean se lo merecen. Así que tómate el tiempo para bailar con el miedo.

No hay manera de que arda más brillante que el fuego en tus ojos y la voluntad de emprender este viaje. Fuiste hecho para contar una historia. Que sea el que te escribió la galaxia en las estrellas. La que te ruega que la encuentres en su cosmos.