La noticia más triste del 27 de diciembre opacó mi lindo pensamiento cuando, al levantarme, la primera imagen fue la tuya, más al darme cuenta del mensaje en el celular sobre la muerte de tu madre me entristeció la vida.

No sé que pasó en mi  corazón: Tristeza, coraje, rabia o no lo sé, cuando mi padre también murió, esos días de duelo espero en vano tu presencia para de alguna manera apaciguar mi dolor, pero nunca sucedió tal cosa y esperé y esperé para que tú me dijeras una palabra de aliento, un «lo siento, estoy contigo» pero nunca sucedió y en mi cabeza todo giraba, y me preguntaba interiormente ¿no te habrías enterado? ¡tu familia te prohibió! ¡no quisiste!…

No sé qué sucedió, pero si hubieras estado ahí el dolor hubiera sido menos… Pero jamás sucedió así, ahora que tu estás en circunstancias semejantes, no sabes como entiendo tu dolor, solo viviéndolo se entiende cuán inmensa tristeza hay en esos momentos, pero no sé que me pasa que no quise estar presente para que de alguna manera veas, sientas y reflexiones que la palabra de ánimo, la palmada y el tan sonado “lo siento” es maravilloso en esos momentos de dolor.

Créeme que no es venganza, ni reproche ni nada por el estilo solo quiero que reflexiones que así sea el menos apreciado de tus amigos, la más insignificante persona, su presencia en momentos de dolor es más valorada, que te llena de ánimo, de valor, para enfrentar tan terrible dolor.

Ese tipo de acontecimiento lo he vivido y sinceramente te digo lo siento y estoy contigo por que eres mi mejor amigo y me duele el momento que estás viviendo y ese dolor que sientes ya lo sentí y créeme que al resto de mis amigos no se los deseo.

Creo que ahora sí entenderás la sinceridad de mis palabras.