Este 14 de marzo es el cambio así horario de verano en los estados fronterizos, el resto de la república lo realiza hasta el 4 de abril y el cambio puede ocasionar diversos efectos en la salud.

Más allá si gusta o no el horario de verano, el cuerpo humano lo resiente de manera negativa ya que presenta un movimiento drástico a la rutina diaria.

Este nuevo horario durará seis meses, donde se apreciará más luces tempranas y menos oscuridad. A pesar de que parece que los días se vuelven más cortos, esto solo será una percepción que desaparecerá con el pasar de las semanas.

En la salud el cambio puede afectar desde malestares en la cabeza hasta graves problemas de presión.

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Según la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, la transición del horario es perjudicial.

• Existen riesgos de un infarto

Se han detectado un mayor riesgo de infarto de miocardio a causa de la fibrilación auricular aguda.

• Presión arterial

Durante los primeros días de haber iniciado el cambio de horario, es posible que haya un choque entre el reloj biológico y el ritmo circadiano. Según los investigadores del sueño, esto puede afectar a las alteraciones celulares, lo cual provocaría una presión arterial más alta producida por la reducción del sueño.