Londres, Inglaterra.- El trabajo debería ser salud. Sí, siempre que no trabajes más de ocho horas a la semana según un estudio británico reciente.
Investigando a 70 mil habitantes entre 2009 y 2018, este aboga por una reducción general del tiempo de trabajo.
El estrés laboral es una realidad. Según una encuesta realizada por la empresa Stimulus en 2017, el 52% de los empleados sufren ansiedad en el trabajo y el 29% tiene un alto nivel de depresión.
Las mujeres son las más afectadas por el estrés en el lugar de trabajo: el 28% de ellas dicen que están hiperestresadas en comparación con 20% de los hombres. Y esto, probablemente debido a la carga mental que a menudo tienen en casa también, además de su actividad profesional.
El estrés y la ansiedad, empujan al 18% de los empleados, hombres y mujeres, a siempre sentirse agotados.
Para mantener la salud mental en el trabajo, ya se han propuesto varias vías. Entre ellas: una reducción drástica del tiempo de trabajo, defendida por los sociólogos de las Universidades de Cambridge y Salford, cuyas conclusiones acaban de ser publicadas en la revista “Social Science & Medicine” y transmitidas por Slate.com.
Según su encuesta, las personas que anteriormente estaban desempleadas o en licencia de maternidad/paternidad y que habían reanudado una actividad de ocho horas o menos por semana, vieron que sus riesgos de desarrollar una enfermedad mental (ansiedad, estrés, agotamiento, depresión…) disminuyeron en un 30%.
Sobre la base de estos resultados, los investigadores de las universidades de Cambridge y Salford defienden hoy una reorganización de nuestro tiempo de trabajo.
“En las próximas décadas, podríamos ver una inteligencia artificial, big data y robótica reemplazando gran parte del trabajo remunerado realizado por humanos.
Si no hay suficientes puestos para las personas que quieren trabajar a tiempo completo, tendremos que repensar las normas actuales”, dice Daiga Kamerade, coautora del estudio.