Aunque a simple vista pueden parecer un alimento sencillo, lo cierto es que las semillas de girasol son ricas en minerales como fósforo, potasio, calcio y magnesio, por lo que es recomendable consumirlas con regularidad.
A continuación, te mostramos nueve beneficios de incluir semillas de girasol en tu dieta diaria.
Mejoran la circulación
Las semillas de girasol tienen la capacidad de reducir los problemas circulatorios, cardiacos y cardiovasculares, por lo que es recomendable consumirlas para prevenir algún infarto.
Son excelentes para los deportistas
Gracias a que contienen mucho potasio y magnesio, las semillas de girasol son perfectas para aquellas personas que realizan esfuerzos físicos constantes, como los deportistas o aquellos que practican algún deporte por hobby.
Favorecen el funcionamiento cerebral
El magnesio y el fósforo que tienen las semillas de girasol son buenos para el cerebro. Si tienes que estudiar para un examen, te ayudarán a concentrarte y mejorar tu memoria.
Ideales para el embarazo
Las semillas de girasol son ricas en ácido fólico, por lo que las embarazadas deben consumirlas para que el bebé pueda formarse bien y ella misma no se debilite.
Fortalecen el sistema inmune
Comer semillas de girasol con regularidad aumenta las defensas del organismo y previenen o diversas enfermedades relacionadas con virus.