La manzanilla es la infusión más socorrida cuando nos encontramos mal, estamos revueltos o no acabamos de hacer la digestión. Desde pequeños nos acostumbramos a ella y de mayores algunos siguen con la costumbre y otros pasan a aborrecerla eternamente.
Ayuda a la digestión
Una de las propiedades más conocidas de la manzanilla es que ayuda con las digestiones difíciles así como con los dolores de estómago y la acidez.
Contra la ansiedad
Ciertas plantas medicinales tienen un efecto relajante que reduce la ansiedad, los nervios y el estrés así como los problemas de sueño. Una manzanilla antes de dormir te ayudará a evitar el insomnio.
Ayuda al sistema inmunitario
A la vez que nos tomamos una infusión de manzanilla para cuidar nuestro estómago, estamos protegiendo nuestro sistema inmunitario para ayudar a prevenir y curar resfriados y posibles infecciones.
Efecto antiinflamatorio
Esta planta medicinal ayuda a reducir la inflamación abdominal y los dolores procedentes de la regla.
Calmar la zona genital
Como remedio casero, cuando tenemos inflamación en la zona anal o genital podemos utilizar baños de manzanilla templada para aliviarla gracias a este efecto antiinflamatorio del que hablábamos.
Para la salud ocular
Tanto si tenemos un orzuelo como una conjuntivitis, las propiedades de la manzanilla nos van a ayudar a calmar las molestias procedentes de nuestros ojos. Para ello, debemos hacer una infusión de manzanilla y dejarla enfriar hasta que esté templada. Después utilizaremos dos algodones (uno para cada ojo) y nos los pondremos encima de ellos durante cinco minutos. Es importante que no restriegues el algodón frotando los ojos (podrías empeorar aún más la situación) y que deseches este en cada uso.