Delgadez extrema

La anorexia, un desorden de la alimentación que se caracteriza por la negación a comer y la compulsión a tener un peso muy por debajo de lo normal. Algunas señales prematuras podrían ayudar a detectar si se está en riesgo de padecer este trastorno.

La obsesión por pesarse

La joven que está desarrollando una conducta anoréxica necesita pesarse con una frecuencia fuera de lo normal. Según expertos, los pacientes con este trastorno sienten que deben pesarse porque se ven gordas aunque estén delgadas.

Negarse a comer

En tanto, otra de las señales es que se empiezan a rechazar comidas con grasa que antes le encantaban al paciente. Comienzan a ponerse excusas para no sentarse a la mesa a comer.

Actitud extraña ante la comida

Por otro lado, la persona con este trastorno empieza a cortar la comida en trozos muy pequeños, a separarla, ordenarla de forma extraña. Si se nota esta conducta se recomienda que, lejos de regañar, hay que comenzar a hablar sobre un «posible» problema.

Enojarse cuando la cuestionan

Un síntoma muy clásico es que la joven se enoja y hasta se pone agresiva si la cuestionan sobre su forma de comer. Esta obsesión por organizar la comida se relaciona con una de las causas de la anorexia: La extrema exigencia y la búsqueda de la perfección.

Excesivo interés por modelos delgadas

Mucho se ha hablado sobre los parámetros estéticos peligrosos que impone la publicidad y la moda. Y no es casual, ya que uno de los síntomas de la adolescente que tiende a la anorexia es un excesivo interés por los íconos delgados, por ejemplo, las modelos.

Exagerada preocupación por el aspecto

En la etapa más temprana de la anorexia la joven puede mostrarse más contenta, hasta excesivamente preocupada por su aspecto externo. Si el cuadro clínico se profundiza, esto cambia rápidamente.

Tardar demasiado en vestirse

Y una de las formas de expresar esta exagerada preocupación por el aspecto es que tardan mucho tiempo en vestirse. Muchas madres, aseguran los especialistas, confunden esto con excesiva coquetería… Pero hay que estar alerta.

Abruptos cambios de ánimo

A medida que el proceso hacia la anorexia avanza, aparecen cambios abruptos del estado de ánimo relacionados, con la insatisfacción con el propio cuerpo. Además, la falta de una alimentación saludable empieza a impactar en el humor.

Trastorno que hay que detener a tiempo

Recobrarse de la anorexia es posible. Si se detecta a tiempo, se puede tratar y revertir el daño que causa en el organismo, como la amenorrea: La ausencia de menstruación. Si avanza, puede ser mortal.

El tratamiento se debe iniciar lo antes posible. Habitualmente no solicitan ayuda ellas mismas, sino que acuden a la consulta, presionadas por sus padres, amigos o profesores. La actitud inicial suele ser de reticencia, por lo que, desde el inicio, el tratamiento de esta enfermedad supone un reto para el equipo terapéutico.

La anorexia es una enfermedad mental que deben tratar médicos con formación en psiquiatría infantil o psicólogos. En la fase inicial y en casos leves, el pediatra o el médico de familia pueden realizar controles de peso, recoger información de la familia y la adolescente, mediar entre ambos y ofrecer recomendaciones. La mayoría de las pacientes con anorexia requieren, en algún momento, una consulta con endocrinología o un servicio de nutrición para valorar el grado de desnutrición y diseñar un plan personalizado de realimentación progresiva.

El objetivo principal del tratamiento es conseguir la normalización de la conducta alimentaria alterada. Para ello se debe “reeducar” a la persona que padece anorexia, eliminar conceptos que son erróneos acerca de la alimentación, disminuir la distorsión de la percepción de su cuerpo y tratar de crear “conciencia de enfermedad”.

Algunos fármacos pueden ser útiles en el tratamiento de la anorexia, principalmente ante la presencia de síntomas ansiosos o depresivos. Es importante ser cauteloso con su administración, comenzando siempre con dosis mínimas.