Si bien hay muchas cosas que amar acerca de envejecer (las relaciones más profundas, puntos de vista ganados y más dinero ahorrado), una parte desafortunada del proceso de envejecimiento son los nuevos dolores que surgen continuamente. Y si bien una espalda adolorida o una rodilla rígida pueden resultar de décadas de desgaste que ahora te causan problemas, no todos los dolores nuevos son tan inofensivos. Esa fatiga inusual puede ser una señal de que existe un problema cardíaco, la sensación de hormigueo en tus manos podría ser el síndrome del túnel carpiano y la picazón en la piel podría ser una señal de que se experimenta una enfermedad renal. Aquí, hemos agrupado algunos de los síntomas sorprendentes de los que todos las personas mayores de 40 años deberían estar conscientes. Y para conseguir consejos de salud más útiles, no te pierdas estos 40 cambios sencillos para mejorar tu salud después de los 40 años.

• Distensión abdominal

El cáncer de ovario es un problema grave para las mujeres que son mayores de 40 años. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, aproximadamente la mitad de todos los casos ocurren en mujeres de 63 años o más.

Desafortunadamente, muchos de los síntomas de esta enfermedad, especialmente en las primeras etapas, no son evidentes, como la hinchazón y el dolor abdominal. Ya que estos mismos inconvenientes pueden ser causados por todo, desde la indigestión hasta las intolerancias alimentarias, las mujeres rara vez piensan que podrían ser el resultado de algo tan grave como el cáncer.

• Cambios de humor

Caerse es cada vez más común a medida que envejecemos. De hecho, cada año, las lesiones cerebrales traumáticas relacionadas con las caídas son las responsables de más de 140 mil visitas a la sala de emergencias entre adultos mayores en Estados Unidos. Algunos de los síntomas cognitivos de la conmoción cerebral, como la confusión, los cambios de humor y los problemas de memoria, imitan el proceso natural de envejecimiento, por lo que no es raro que tanto los pacientes como los médicos los descarten.

Si te ves involucrado en una caída o en cualquier tipo de accidente y comienzas a tener vista borrosa o cambios de humor, asegúrate de que un profesional te revise inmediatamente para descartar un trauma cerebral grave.

• Pérdida involuntaria de peso

Perder peso es algo para celebrar sólo si necesitas perder unos kilos y estás intentando activamente lograrlo. De lo contrario, esa pérdida de peso involuntaria podría ser un síntoma de algo grave, como de padecer diabetes tipo 2.

«Si tienes diabetes tipo 2, tu cuerpo no usa la insulina de manera efectiva y no puede transportar la glucosa a las células», según Sue Cotey, y Andrea Harris, ambas enfermeras certificadas que trabajan en la Clínica Cleveland de Estados Unidos. «Cuando la glucosa no llega a tus células, tu cuerpo piensa que se está muriendo de hambre y encuentra una manera de compensar. Crea energía al quemar grasa y músculo a un ritmo rápido». De ahí, la pérdida de peso involuntaria.

• Inexplicable aumento de peso

Estás comiendo como siempre lo has hecho, está haciendo ejercicio con regularidad e incluso estás tomando tus multivitamínicos, ¿por qué aumentas de peso? La respuesta, sorprendentemente, podría ser que tu corazón está fallando. Cuando el corazón deja de bombear sangre al resto del cuerpo de manera eficiente, el líquido comienza a acumularse y esto puede llevar a lo que en la báscula parece un aumento de peso.

Si aumentas de peso y sabes que no es por tu dieta o por la falta de ejercicio, debes consultar a tu médico. El 10 por ciento de todos los ataques cardíacos se producen antes de los 45 años, no  puedes ser suficientemente cauteloso.

• Visión borrosa

Aunque pocas personas llegan a la vejez con una visión 20/20, los cambios repentinos en la visión podrían ser un indicio de que se padece un grave problema subyacente.

Una señal temprana de melanoma es tener visión borrosa o la pérdida parcial de la visión. Entonces, si has notado cambios en tu vista, especialmente si también has visto cambios en tu piel, es importante que acudas al médico de inmediato.

• Cataratas y glaucoma

Otro problema de salud relacionado con la visión de las personas que tienen más de 40 años son las cataratas y el glaucoma. Las personas que padecen diabetes tienen un 60 por ciento más de probabilidades de desarrollar cataratas y un 40 por ciento más de probabilidades de sufrir glaucoma. Por lo tanto, si estás lidiando con cualquiera de estos problemas oculares, debes realizarte un análisis de azúcar en la sangre para extremar las precauciones.

• Nausea

No descartes de inmediato el mareo como algo que se solucionará solo. Cuando los investigadores de la Universidad de Yale entrevistaron sobre sus síntomas a miles de pacientes que experimentaron un ataque cardíaco, descubrieron que aproximadamente el 62 por ciento de las mujeres y el 50 por ciento de los hombres habían experimentado náuseas o dolor de estómago en algún momento.

• Encías que retroceden

Tu salud oral puede decirte mucho sobre el estado físico de tus huesos. Los problemas dentales como el retroceso de las encías y la pérdida de dientes pueden ser causados por la osteoporosis, una afección que debilita los huesos.

• Encías inflamadas

Un diagnóstico de periodontitis, o enfermedad de las encías, también podría significar que un diagnóstico de que se padece diabetes tipo 2 no está muy lejos. Una investigación encontró que el 23 por ciento de las personas que padecían periodontitis severa se sospechaba que tenían diabetes, mientras que solo el 10 por ciento de los que no tenían la enfermedad de las encías sí la padecían. Y si crees que tu higiene bucal podría ser mejor, lee sobre cómo te cepillas los dientes de manera equivocada.

• Rigidez en el cuello

Hay incontables causas por las que se puede experimentar rigidez en el cuello, desde acurrucarte en tu escritorio hasta probar una nueva almohada. Sin embargo, si no puedes comprender por qué tu cuello se siente rígido o adolorido, ese dolor podría ser un síntoma de una enfermedad inflamatoria rara llamada polimialgia reumática. Esta aflicción tiende a afectar a personas mayores de 50 años

• Dolor punzante

Si tuviste varicela cuando eras niño, entonces corres el riesgo de tener herpes cuando seas adulto. Cerca del 25 por ciento de todos los adultos sanos tendrán herpes en su vida, generalmente cuando tienen más de 40 años.

Antes de que aparezca la erupción de herpes, la mayoría de las personas notarán, e ignorarán, un dolor punzante o una sensación de picazón en un lado del torso. Prestar atención a este síntoma puede ayudarte a terminar con tu sufrimiento antes de que empeore.

• Ansiedad

A veces tu ansiedad es simplemente un estrés abrumador. Sin embargo, en algunos casos, esa ansiedad no es en absoluto causada por el trabajo o las obligaciones familiares, en realidad es un síntoma de Parkinson.

Aunque las personas generalmente asocian la enfermedad degenerativa con los problemas motores, un estudio publicado en Neurology (Neurología) encontró que el Parkinson también puede causar síntomas que no son motores, como problemas para dormir y ansiedad. En el estudio, el 43 por ciento de las personas que padecían Parkinson sufrían de ansiedad, en comparación con sólo el 10 por ciento de las personas que no tenían la enfermedad.

• Mareo

Claro, los problemas de salud que son fácilmente tratables, como la deshidratación y la fatiga, pueden causar mareos. Sin embargo, este síntoma «también puede ser una señal de que se experimenta bloqueo cardíaco o de que una válvula cardíaca tiene fugas los días previos a un ataque cardíaco». Si comienzas a sentirte mareado y no puedes entender por qué, Cannon sugiere consultar a tu médico, especialmente si tu mareo se acompaña de síntomas de enfermedades cardíacas más comunes, como adormecimiento o dolor en el brazo.

• Fatiga

Seamos realistas, todos estamos cansados, pero si no puedes evitar esa fatiga, vale la pena visitar a tu médico para descartar la anemia, la deficiencia de vitamina D, los trastornos autoinmunes y las enfermedades del corazón».

• Sensibilidad a la luz

La exposición a la luz solar puede causar sarpullido, fiebre, fatiga, dolor en las articulaciones y más problemas de salud. Entonces, si empiezas a notar que reaccionas cada vez que te pones al sol, es probable que sea hora de consultar a un médico.

• Cambios en el sentido del humor

A veces, la risa es la mejor medicina, y otras veces es una señal de que algo anda mal con tu salud.

Investigadores descubrieron que las personas mayores cuyo sentido del humor se vuelve más extraño —por ejemplo, se ríen en un funeral—, es más probable que tengan una forma de demencia frontotemporal o Alzheimer. Este síntoma de hecho apareció en sujetos años antes del inicio de la enfermedad real. Por lo tanto, prestar atención a lo que tú y sus seres queridos encuentran divertido podría ayudarte a detectar la demencia desde una fase temprana.

• Hormigueo en tus manos

¿Sientes un hormigueo o entumecimiento en los dedos o en la mano tan intenso que no puedes dormir? Podría ser el síndrome del túnel carpiano.

Este síndrome afecta las manos y los brazos y es causado por un nervio que está comprimido en el pasaje de la muñeca conocido como el túnel carpiano. Las personas que padecen el síndrome del túnel carpiano corren el riesgo de experimentar daño permanente en los nervios si no se tratan de manera adecuada, por lo que no debe tomarse a la ligera cualquier hormigueo crónico o constante en tus extremidades superiores.

• Adormecimiento en los dedos de las manos o de los pies

Si experimentas dolor o entumecimiento en los dedos de las manos o de los pies cuando cambia la temperatura, podrías estar lidiando con la enfermedad de Raynaud, un raro trastorno de las arterias que reduce el flujo de sangre a tus extremidades.

Aunque la forma más común de esta aflicción es la enfermedad de Raynaud primaria, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos señala que existe otra versión del trastorno llamado enfermedad de Raynaud secundaria que es «más grave» y «es causada por una enfermedad, afección o enfermedad subyacente u otro factor”. Entonces, si experimentas este tipo de adormecimiento, especialmente si tienes más de 40 años, vale la pena visitar a tu médico general.

• Dificultad para usar tus manos

Tener problemas para usar las manos en general puede ser una señal de mielopatía cervical, una condición degenerativa que afecta la columna vertebral y los impulsos nerviosos que se envían a todo el cuerpo. La afección comúnmente ocurre en pacientes mayores de 50 años.

Una de las primeras señales de advertencia de que podrías tener el padecimiento es que tus manos son torpes y tienes problemas con los movimientos finos: Piensa «dificultad para escribir o abrocharte la camisa». Entre más pronto te evalúen, más serán tus posibilidades de evitar que la condición se desarrolle.

• Dolor en las rodillas

Si sientes dolor en el interior de las rodillas junto a la articulación, esto puede ser un signo de artritis o de degeneración tempranas, por lo tanto el riesgo de padecer osteoartritis aumenta con la edad. Esta afección generalmente avanzará si no se trata y limitará tu movimiento y tus actividades en el futuro. Debes controlar el dolor de rodilla que experimentes lo antes posible.

• Acidez estomacal

Si estás lidiando con la indigestión después de consumir una hamburguesa grande con papas fritas, es probable que estés experimentando una acidez estomacal sin nada de qué preocuparte. Sin embargo, si ese ardor en tu pecho se está convirtiendo en un hecho cotidiano sin tener una causa obvia, podría ser una señal de alerta temprana de cáncer de esófago. Y se diagnostica con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años.

• Comezón

Tu piel seca y con comezón podría no ser sólo un efecto secundario de escatimar en una crema hidratante. Según un estudio aproximadamente el 40 por ciento de los pacientes que padecen enfermedad renal crónica experimentan prurito urémico, mejor conocido como picazón crónica y severa.

Es particularmente importante estar atento a esto, ya que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades informan que una vez que llegues a los 40 años, la filtración de riñón comienza a disminuir en un uno por ciento cada año.

• Sudores nocturnos

Si apagar la calefacción en la noche no te ayuda a sentirte menos sobrecalentado, entonces tu sudoración nocturna puede ser un signo de algo más serio. La sudoración nocturna puede ser un signo de cáncer, una infección de tuberculosis, menopausia y muchas otras afecciones. Si la sudoración es nueva y no se ha cambiado nada en el medio ambiente, merece una investigación adicional con la ayuda de un profesional médico.

• Dolor en tu costado

Un dolor en el costado, incluso si es sutil, podría ser un signo de que se padece una infección grave en los riñones, que ya de por sí se deteriora con la edad. Los riñones, que se pueden encontrar en ambos lados de nuestra espina dorsal en la espalda, son responsables de filtrar nuestra sangre y producir orina. Desafortunadamente, los riñones pueden infectarse, lo que lleva a una condición llamada pielonefritis, y esta causa dolor severo en los costados y la espalda, fiebre y vómitos.

• Moretones

Si observas pequeños moretones debajo de la piel y rápidamente decides que se trata de anemia, entendemos el deseo de hacerlo. Esta condición, que es la falta de glóbulos rojos sanos, afecta a aproximadamente el 24.8 por ciento de la población. Pero hay muchas complicaciones que pueden causar anemia, y una de las más graves es el cáncer, generalmente de la sangre o la médula ósea. Así que si tienes moretones fácilmente, asegúrate de ir al médico.

• Ronquidos

Los roncadores serios deben consultar a un médico del sueño para determinar la raíz de su ruidoso problema. De los 90 millones de personas que roncan mientras duermen, aproximadamente el 50 por ciento padece un trastorno grave del sueño llamado apnea obstructiva del sueño (AOS). Aunque puede afectar a cualquier persona, la AOS es más prominente entre los hombres mayores de 45 años y en las mujeres posmenopáusicas.

• Tobillos hinchados

Los tobillos inflamados pueden ser el resultado de realizar actividades extenuantes, o podría ser algo más serio, como una enfermedad cardíaca.

La insuficiencia cardíaca congestiva puede causar tanto edema periférico como edema abdominal. Esto se debe a que el corazón es demasiado débil para bombear la sangre por el cuerpo de manera adecuada, por lo que la sangre se acumula frente al corazón. Esto, combinado con un aumento en la presión arterial, puede hacer que se acumule líquido en otras áreas del cuerpo, como el abdomen o las extremidades, lo que lleva a experimentar síntomas como hinchazón de los tobillos.

• Hinchazón en el cuello

Si bien puedes descartarlo como un síntoma de un resfriado común, un cuello inflamado también puede ser una señal de que se padece cáncer de pulmón. Cuando se desarrolla un tumor pulmonar y se presiona contra la vena cava superior, la vena que lleva la sangre desde la parte superior del cuerpo hasta el corazón, puede provocar una inflamación del cuello y la cara.

Aunque la mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer de pulmón tienen 65 años o más, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer una pequeña cantidad de personas son diagnosticadas cuando tienen menos de 45 años.