Escrito en el antiguo hindú, el Kama Sutra en realidad se remonta al año 400 antes de Cristo. La mayoría de nosotros consideramos que es una enciclopedia de posiciones sexuales increíbles. Sin embargo, en realidad, solo una pequeña cantidad de páginas en el Kama Sutra es sobre posiciones. Otro 80 por ciento se enfoca en la filosofía relacionada con el amor y cómo sostener deseo.
¿Por qué hacerlo?
¿Por qué no? Kama Sutra es una verdadera inspiración sexual, ya sea que estés en una relación comprometida o solo teniendo sexo casual.
Posiciones fáciles
1. El Loto
Lento y suave… así es como se siente mejor esta posición, además de que es un excelente punto de partida. Si deseas intimidad y mirarse a los ojos mientras que se puedan tocar entre sí por todas partes, esta es la posición ideal.
En una cama o alfombra, siéntense frente a frente. El hombre debe sentarse con las piernas cruzadas y el receptor encima, con los brazos y las piernas envolviendo a la otra persona.
El receptor tendrá más control, por lo que se podrá empujar mientras la otra persona toca su trasero. Para aumentar la excitación también se pueden chupar, besar o acacias los pechos, cuello del receptor.
2. Leche y agua
El hombre se sienta con los pies debajo de sus piernas y la otra persona encima. El receptor está en la posición perfecta para mostrar exactamente cómo le gusta que lo toquen y la persona de abajo puede jugar con sus zonas erógenas como los senos o el clítoris.
3. El caracol
Sí, sabemos que los caracoles no son exactamente sexys, así que ignoremos el nombre de la posición y enfoquémonos en que es la mejor para sensaciones profundas.
El receptor se acuesta y tira las rodillas hacia el pecho. Luego coloca sus pies sobre los hombros o torso de su pareja. Este se debe arrodillar hacia enfrente para penetrar a su pareja moviendo su peso sobre sus propias manos, que se colocan a un lado de los hombros del receptor.
El lubricante es un must con esta posición ya que la penetración es muy profunda.
4. El jinete
Puede que reconozcas esta posición como una especie de “vaquera inversa”. Acostada de espaldas, el hombre estira las piernas hacia afuera. Posicionado hacia sus pies, el receptor se sienta encima de su compañero. Así, pueden equilibrar su peso sobre sus rodillas e inclinarse hacia adelante mientras se deslizan hacia adelante y hacia atrás. El receptor también es libre de jugar con el trasero de su compañera o viceversa.