Préndelo en segundos con nuevos movimientos que él no espera, ¡excitación garantizada!
1. Acaricia su mandíbula.
Es uno de los símbolos más visibles de la masculinidad, y rara vez te preocupas por estimularla. Cuando tocas la mandíbula de un hombre, subconscientemente le estás recordando lo varonil que es y le das un «boost« a su ego.
¿Cómo tocarla? Pasa la punta de tus dedos sobre su mandíbula, empezando por la parte inferior de los oídos hasta que llegues al otro extremo. Tocar esta parte del cuerpo estimulará los nervios de su cara.
2. Hazle cariñitos en el antebrazo.
Aquí hay dos partes destinadas al placer: La parte de arriba del antebrazo, la cual es ultra sensible porque los pelitos estimulan los nervios, y la parte lisa del mismo, que destensa los músculos cuando la persona se relaja.
¿Cómo tocarlos? Empieza a hacerle cosquillitas de arriba hacia abajo con la punta de los dedos en los dos brazos al mismo tiempo. Toca las partes más sensibles y cuando se le ponga la piel «chinita», te darás cuenta que estará mucho más relajado.
3. Explora sus ingles.
Muy pocas mujeres exploran las ingles de los hombres. Ponlo en práctica y verás que lo prendes al instante.
¿Cómo tocarlas? Agarra sus piernas y ábrelas un poco para que puedas ver sus ingles. Masajea sus músculos con la punta de tus dedos, después bésalos y pásales tu lengua con delicadeza. Cuando veas que «su amigo» empiece a crecer, consiéntelo y ¡aprovéchate de él!