En el sexo hay sin fin de actividades que pueden causar placer y en el momento de la calentura todo parece buena idea, incluso el que la saliva tome partido.
La salofilia es el fetiche que produce satisfacción través de los desechos corporales salinos como la saliva, el sudor o el propio semen.
Algunas parejas piden que se les escupa en el rostro, boca, cuerpo o genitales para sentir poder o al contrario escupir a sus parejas para sentir más control al “humillar” a la otra persona.
La cantidad de saliva aumenta en la excitación y contiene alto porcentaje de testosterona y eso hace que los besos se deseen con mayor intensidad, incluso que se relacione dicho fluido con la llegada al orgasmo.
La sexóloga Judith Viudes, señala que se puede «disfrutar del olor que desprende la persona sudada durante el sexo o en el sabor y el gozo al intercambiar besos».
La salofilia no tiene nada de malo si es comunicada con la pareja sexual y el placer con la saliva es de ambos.
Recuerda que esto aumenta el riesgo de contraer enfermedades virales.
Se considera una parafilia sexual cuando todos los encuentros tienen que incluir dicha acción y es imposible gozar del sexo sin la interacción de fluidos, por lo cual se pide acudir a un especialista de la salud.
En ocasiones se confunde con la salirofilia, que tiene algunas similitudes, pero de ella hablaremos más adelante.
¿Qué opinas, lo intentarías?