El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que puede derivar al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha cargado con sin fin de estigmas que deben erradicarse.
Las principales causas de contagio es el tener contacto sexual con alguna persona infectada, al contacto con sangre de una persona infectada, con el uso de jeringas infectadas o de madre a hijo durante el embarazo o la lactancia.
La única manera de saber si se padece la enfermedad es al realizar una prueba en el centro de salud de confianza, mínimo una vez al año.
Entre los prejuicios del virus está el “es una sentencia de muerte”. Antes lo era, por el poco conocimiento que se tenía, ahora hay tratamientos y medicamentos que logran que una persona con VIH viva muchos años, incluso sin contagiar a otros.
“Es una enfermedad que le da a los gays”, El riesgo no se basa en etiquetas o categorías de personas. Cualquier persona que se exponga a las situaciones antes mencionadas puede contraerla.
“Solo les da a personas promiscuas”, la realidad es que, si se tiene relaciones sin protección con una persona infectada, aunque sea tu única pareja sexual, se puede contraer.
Hay quienes creen se contagia mediante “lágrimas, sudor, mosquitos, piscinas o el contacto casual” y evitan a quienes surgen positivos. Sin embargo, el virus no se propaga de esa manera y se puede convivir plenamente con alguien que padezca VIH.
Despeja de tu mente los estigmas del VIH y ve por tu salud sexual, para no poner en peligro a tu o tus parejas.