1. El primer mandamiento es, por supuesto, que exista consentimiento por ambas partes, mensajero y receptor, y que se respete la confidencialidad mutua.
2. Intentar evitar las aplicaciones que permitan a la otra persona descargar las imágenes es también una premisa a tener en cuenta. Una vez que se decida dar el siguiente paso, es aconsejable utilizar apps que no pidan el número de teléfono, que utilizan cifrado de principio a fin y donde las imágenes desaparecen después de ser vistas.
3. También se recomienda no mostrar nunca la cara o cualquier otra marca del cuerpo fácilmente identificable (como tatuajes o cicatrices), si haces sexting con personas que no conoces mucho o que no has visto nunca. También es aconsejable no enseñar muebles o espacios fáciles de reconocer. Aunque la experiencia recomienda que siempre es preferible empezar con el sexting después de la primera cita.
4. Es importante saber que todas las fotos contienen metadatos: Localización, hora en la que se hizo o el modelo de cámara utilizada. Estos datos se pueden ocultar utilizando aplicaciones diseñadas para ello.
5. Otro detalle importante: Borrar todas las fotos comprometedoras de todos los dispositivos. Para ello, lo más seguro es utilizar aplicaciones que acaben con cualquier rastro de archivos y con los backups automáticos. En el caso de querer guardar las fotos, es aconsejable hacerlo en carpetas encriptadas a las que haya que acceder con contraseña.