Tabú

Tal y como lo exigen ellas

28/09/2019 - Hace 5 años en Internacional

Tal y como lo exigen ellas

Tabú | 28/09/2019 - Hace 5 años
Tal y como lo exigen ellas

Los hombres no terminan de entender lo que sus compañeras necesitan en la cama, pues aunque los hombres son más directos y prefieren ir al grano (y lo que no es el grano), las mujeres tienen una visión más erótica de las relaciones sexuales.

Ello implica que el guion del cortejo, seducción y posterior consumación tiene mucha más importancia para las mujeres que para los hombres.

A continuación presentamos algunos detalles que todo hombre debería recordar antes de meterse en la cama (con una mujer, claro).

Haz que se sientan deseadas

La confianza es esencial en el sexo, y no únicamente la que tienen los miembros de la pareja entre sí, sino también la que una persona mantiene hacia sí misma (y eso puede aplicarse tanto a hombres como a mujeres). Las mujeres que se sienten más a gusto con sus genitales lo disfrutan más, tienen más orgasmos y mantienen una actitud más positiva hacia el sexo. En otras palabras, sentirse deseada (bella, atractiva y reconocida), y no un mero objeto al que se recurre para calmar los instintos más primarios, es esencial para mantener una vida sexual saludable.

Ve más allá de los puntos básicos

Los pezones, el clítoris o la vagina son los puntos fuertes de la sexualidad femenina y, conscientes de ello, los hombres se abalanzan sobre dichos puntos como si fuesen la llave que abre la puerta de la satisfacción de sus parejas. En realidad, no se trata de nada más que de atajos que exigen poco esfuerzo y que, a la larga, no dejan contento a nadie. Los muslos, el contorno de los pechos, el cuello, la espalda (u otras zonas inexploradas) también deberían ser objeto de las caricias del hombre.

No te apresures

La sexualidad femenina es menos física y más psicológica que la masculina, por lo que ir in crescendo, preocupándose por cada uno de los pasos que se dan, es esencial para garantizar el éxito amatorio.

No es un sprint, pero tampoco un maratón

Tan perjudicial puede ser darse demasiada prisa como ir lento, tan lento que terminemos provocando el sueño o el desinterés de la pareja. Algunos hombres se empeñan en mantener el carrusel de sensaciones durante tanto tiempo que el coito parece no terminarse nunca. Pongamos fin en algún momento, ya habrá tiempo para más. Lo poco agrada y lo mucho cansa (física y mentalmente).

Hay que mancharse las manos

Figurada y literalmente. El sexo es algo que cansa, que te hace sudar, que requiere cierto esfuerzo físico y confianza entre las dos personas para manifestar sus preferencias. Si no nos sentimos con ganas de hacer todo eso, es porque seguramente nuestro deseo no es lo suficientemente fuerte como para proporcionar una buena experiencia sexual a la otra persona, y lo notará.

Mantén la mente abierta

Cada persona tiene sus preferencias, así como una lista de cosas que no está dispuesta a hacer. Cuantas más abundantes sean estas últimas, más estrecho será el abanico de posibilidades que la cama nos ofrezca, por lo que es conveniente mantener la mente abierta, aprender continuamente y dejarse aconsejar.

Aprende nuevas posiciones

Si te has quedado sin ideas, el Kamasutra te proporcionará unas cuantas decenas de posiciones alternativas, eso sí, no aptas para todos los cuerpos. Repetir las mismas costumbres sólo nos lleva a los mismos resultados, y si queremos escapar de la monotonía, se puede empezar por lo meramente físico y probar otras combinaciones. Quizá no quieras repetir, pero al menos, te irás a la cama sabiendo una cosa más.

 

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