Las experiencias sexuales negativas pueden marcar nuestra vida sexual de una forma permanente. Existe un sistema terapéutico conocido como terapia cognitiva que puede resultar útil si experimentas emociones negativas frente a la sexualidad como, por ejemplo, ideas negativas sobre la masturbación o las relaciones sexuales.
1. A medida que identifiques las emociones negativas que te producen estas practicas, asegúrate de que las has identificado correctamente, por ejemplo, ¿sientes repulsión o asco? Es posible que tu sensación se deba a conceptos de culpabilidad o vergüenza aprendidos en el pasado. Concretar lo que se siente es un paso importante porque un sentimiento general como el desagrado es difícil de cambiar, mientras que otro más puntual como el de culpabilidad puede reconsiderarse y cambiar.
2. Piensa de dónde viene esa emoción, ¿Cómo has llegado a sentir estas emociones negativas hacia algo tan natural como es mirarse, tocarse, disfrutar tu cuerpo? Muchas veces estas emociones tienen su origen en eventos del pasado: en el momento de la emoción negativa, actúa una especie de condicionamiento cultural que viene de las experiencias vividas en la infancia y la adolescencia.
3. Observa desde otra perspectiva la raíz de tus pensamientos negativos. ¿Sigues creyendo que está mal tocarse y disfrutar de tu sexualidad?, o se trata de pensamientos irracionales, restos de experiencias y creencias negativas de tus relaciones pasadas, que no hacen parte de ti o fueron parte de un pasado que ya no está presente. Hay que preguntarse ¿Cuáles son tus creencias y valores en la actualidad como persona adulta, en oposición a lo que reconocías sin cuestionarte cuando eras una niña frente a tu sexualidad?
4. Escribe una serie de frases de apoyo que te ayuden a hacer consciente y a superar las emociones negativas irracionales. Una frase de apoyo es una afirmación a la que puedes recurrir para enfrentarte a las emociones negativas.