El vuelo AI-126 de Air India, que partió desde Chicago con destino a Nueva Delhi, se vio interrumpido por una falla técnica inesperada que dejó fuera de servicio 11 de los 12 baños del avión.  La situación, que ocurrió mientras la aeronave sobrevolaba Groenlandia, generó un malestar generalizado entre los aproximadamente 300 pasajeros a bordo.

La empresa preocupada por la seguridad y el confort de los pasajeros, tomó la difícil decisión de regresar al Aeropuerto Internacional O’Hare después de más de diez horas de vuelo, con la intención de resolver el problema. Según los informes, el único baño funcional quedó ubicado en la sección de clase ejecutiva, lo que complicó aún más la situación para los viajeros de clase económica.

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El regreso no estaba en los planes de los pasajeros, quienes se vieron obligados a reorganizar sus itinerarios una vez en tierra, a pesar de que Air India ofreció alojamiento y empezó a gestionar vuelos alternativos, muchos viajeros se vieron enfrentando dificultades para obtener reembolsos y reprogramar sus viajes.

En un comunicado oficial, la aerolínea reconoció la falla como un «problema técnico» y se comprometió a devolver el dinero a los pasajeros afectados, sin embargo, varios clientes expresaron su frustración por las trabas en el proceso de reembolso y las limitadas opciones de vuelo disponibles.

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