Cada 30 de agosto se celebra el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, una fecha dedicada a honrar la memoria de quienes han desaparecido y a destacar la importancia de los casos que siguen ocurriendo en todo el mundo. Este día también busca reafirmar el derecho de las víctimas y sus familias a obtener justicia y verdad.

En México, la problemática de las desapariciones forzadas no solo persiste, sino que ha ido en aumento, generando una creciente preocupación entre la población, que se siente cada vez más vulnerable ante esta situación.

Según la ONU, una desaparición forzada ocurre cuando una persona es privada de su libertad mediante arresto, detención o traslado en contra de su voluntad, quedando fuera de la protección legal. Este acto puede ser llevado a cabo por agentes del gobierno, grupos organizados o particulares.

El Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas fue instituido como respuesta a la preocupación por el creciente número de casos de desapariciones forzadas en todo el mundo. La ONU aprobó la resolución que estableció este día el 21 de diciembre de 2010.

En México, hasta mayo de 2024, se han registrado 100 mil casos de personas desaparecidas, según el Informe Nacional de Personas Desaparecidas 2024 del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia. Esta cifra representa un aumento significativo en comparación con los años anteriores.

Jalisco es actualmente el estado con el mayor número de desapariciones, seguido por Tamaulipas y el Estado de México. La desaparición forzada viola múltiples derechos humanos, incluyendo el derecho a la libertad, la seguridad, la verdad y la vida. Esta conmemoración subraya la necesidad de prevenir más desapariciones, buscar a las víctimas y castigar a los responsables.

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